Un tribunal australiano ha condenado a la “prestigiosa” agencia de calificación por otorgar una nota errónea a un producto financiero, que posteriormente ocasionó cuantiosas pérdidas s a varios consistorios del país.
El evaluador evaluado
La Corte Federal de Justicia de Australia ha condenado a Standard & Poor’s por calificación errónea de un producto financiero. ¿El motivo? Dar su máxima nota (rating AAA) a un producto cuya solvencia dejaba mucho que desear. Se trataba de “Obligaciones de Proporción Constante”, más conocidas como “Fondos Rembrandt”. El producto ocasionó unas pérdidas de 23,4 millones de euros a 13 ayuntamientos del estado australiano de Nueva Gales del Sur. En el banquillo también se han sentado el banco de inversión encargado de colocar estos fondos y el Servicio Financiero de los Gobiernos Locales, como demandados en el proceso y acusados. El primero de ellos por forzar la calificación de este tipo de obligaciones, y el segundo por no supervisar los productos financieros que las entidades locales habían adquirido. Ahora deberán devolver las cantidades perdidas junto a la indemnización por daños y perjuicios, aunque los tres demandados ya han anunciado que recurrirán la decisión de la sentencia.
Las agencias de rating ¿de dudosa calificación?
Nosotros nunca hemos confiado en las valoraciones de las agencias de calificación. Sus opiniones no es que no sean infalibles como los hechos han demostrado, sino que, al menos en este caso, el fallo australiano del pasado 5 de noviembre califica la evaluación otorgada por Standard & Poor’s como “misleading and deceptive”, que literalmente se traduciría como “engañosa y falaz”. La sentencia no puede extrapolarse al derecho español pero podría animar a alguno de los damnificados por los juicios erróneos de estas agencias de calificación a emprender acciones judiciales contra ellas.
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