El presidente Donald Trump ejerce una presión cada vez mayor sobre la Fed, el banco central estadounidense, para que reduzca rápidamente los tipos de interés con el fin de sostener la economía. La bajada podría producirse en la reunión del 16 y 17 de septiembre. 

El último movimiento del presidente norteamericano fue la destitución de una gobernadora de la Fed, lo que hace temer un intento de toma de control. La tentación de destituir al presidente de la Fed, Jerome Powell, es real, pero poco probable. Una decisión de este tipo, y en general cualquier cuestionamiento de la independencia de la Fed, podría provocar una caída de los mercados y dañar su credibilidad. Esta independencia es esencial para la confianza en el sistema financiero estadounidense y la estabilidad mundial. 

Por el momento, los mercados (especialmente los de obligaciones) se mantienen impasibles. Seguiremos atentos a la evolución de los acontecimientos.