Un alivio
La inflación en EEUU se mantuvo estable en julio, en el 2,7% interanual. Y con respecto al mes anterior, se redujo levemente hasta situarse en el 0,2% (frente al 0,3% de junio).
El dato ha sido muy bien recibido por inversores y mercados. No solo frena el leve repunte inflacionario de los meses precedentes, sino que consolida las esperanzas de una inminente bajada de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed). Estas expectativas se vieron avivadas tras los últimos informes del mercado laboral, que mostraron una desaceleración en la creación de empleo en el país, interpretada como una señal de enfriamiento económico.
La presión sobre la Fed
Recordemos que Donald Trump está presionando a la Fed para que de el paso y recorte los tipos oficiales, una forma de abaratar el crédito y revitalizar la economía. Sin embargo, la sombra de los aranceles estadounidenses y su eventual impacto en la inflación echaban para atrás a la máxima autoridad monetaria estadounidense. Pero ahora, la estabilidad de la inflación en julio, e incluso su leve descenso mensual, ha disipado esta preocupación. Así, ahora la Fed tendría vía libre para recortar levemente los tipos oficiales en su próxima reunión del 17 de septiembre. Tipos que actualmente se sitúan entre el 4,25% y el 4,5%.
Esta perspectiva de un crédito más asequible ha desatado el entusiasmo en los mercados de acciones, anticipando un impulso en el consumo de los hogares y una reducción en los costes de inversión.
¿Qué hacer?
Desde una perspectiva de una inversión a largo plazo, las acciones estadounidenses merecen un lugar reservado en cualquier cartera que aspire a una siempre recomendable diversificación, independientemente de que su perfil de inversor sea defensivo, equilibrado o dinámico. Consulte nuestras estrategias.