Las malas noticias se acumulan
Hay varias explicaciones para el menor dinamismo de las bolsas americanas. Una de ellas son las vacilaciones de la administración Trump en torno a los derechos de aduana y la política comercial, que confunden a las empresas, ralentizan sus decisiones de inversión y elevan la incertidumbre a cotas muy altas. A su vez, esa misma política corre el riesgo de impulsar la inflación y obligar a la Fed a adoptar a una actitud expectante; es decir, es probable que el número de recortes de los tipos de interés oficiales previstos para 2025 sea menor, limitándose a dos como máximo. Y unos tipos de interés aún elevados son una mala noticia para las acciones, que compiten cada vez más con las obligaciones, que ofrecen rendimientos atractivos.
· Lo concerniente a los tipos también son malas noticias para la tecnología, el motor bursátil de los últimos años. Al requerir grandes cantidades de capital, ofrecer pocos o ningún dividendo y, a menudo, no obtener beneficios hasta pasados muchos años, las empresas tecnológicas contaban con un crédito más barato para seguir rindiendo bien en bolsa.
· Por otro lado, los Siete Magníficos también tienen que lidiar con la llegada de la IA china de bajo coste, DeepSeek.Pone en entredicho la necesidad de que los gigantes Meta, Microsoft o Alphabet (Google) inviertan tanto o paguen tanto por los chips de última generación (NVIDIA en particular). Por lo demás, Tesla sufre por la imagen de Elon Musk y sus polémicos comentarios, pero también por la competencia china, cada vez más fuerte.
· Por último, al igual que el abaratamiento del crédito, la reducción de la presión fiscal prometida por Trump aún no se ha materializado, y los estadounidenses se preguntan por qué los aranceles y Ucrania dominan su agenda, cuando sus prioridades son otras. Todo ello está provocando una caída de la confianza, suavizando las ventas al detalle y la creación de empleo y llevando a temer una recesión.
Una economía con base sólida
En nuestra opinión, sin embargo, el pánico actual es exagerado. No se pueden descartar turbulencias, pero la economía estadounidense cuenta con una base sólida. El mercado laboral resiste bien y los salarios suben más deprisa que la inflación, lo que aumenta el poder adquisitivo. Los recortes fiscales prometidos, tanto para los hogares como para las empresas, acabarán por ver la luz, impulsando la demanda interna.
En cuanto al crédito, la caída de los tipos de interés es lenta, pero real. Entre el 6,6% y el 6,7%, el tipo fijo a 30 años, que sirve de referencia para el sector inmobiliario, sigue siendo elevado en términos absolutos, pero se ha alejado del nivel del 7% registrado a principios de año. Esto permite esperar una recuperación de la construcción y una caída de los precios inmobiliarios. A ello se añade el hecho de que, si bien el liderazgo de Estados Unidos en todas las tecnologías de vanguardia está siendo desafiado por los actores asiáticos, el país conserva una inmensa capacidad de innovación, gracias a su habilidad para atraer talentos de todo el mundo. Por último, en caso de que se produzca el crecimiento no llegue, la Fed, cuyos tipos fluctúan entre el 4,25% y el 4,5%, tiene margen de maniobra para apoyar la economía.
Oportunidad de compra
Hay muchas probabilidades de que cualquier desaceleración económica no vaya acompañada de una recesión y, en el peor de los casos, será temporal, ya que el país cuenta con los recursos necesarios para recuperarse. Por otra parte, la actual caída de los precios de las acciones ofrece una buena oportunidad para comprar o aumentar el peso de las acciones estadounidenses en su cartera.
Cómo invertir
En nuestra opinión, los temores sobre una recesión de la economía americana son exagerados: el país sigue siendo muy competitivo y tiene muchos puntos fuertes. Eso sí, la incertidumbre provocada por la guerra comercial puede causar algunos baches en el camino durante los próximos meses. Sin embargo, ello no cuestiona nuestra apuesta por Estados Unidos en nuestras carteras. En concreto, las acciones yanquis pesan un 25% en la cartera mixta dinámica, una 15% en la equilibrada, un 10% en la Global Flexible y un 5% en la moderada y en la defensiva.
· Para invertir a través de fondos uno de nuestros favoritos por su reducido PER y bajo coste es el DWS Invest CROCI US Dividends TFC(370,01 EUR; LU1769942407), disponible en Silver Alpha desde 100 euros. O el DPAM B US Dividend Sustainable W(566,55 EUR; BE6289227389), a la venta en Silver Alpha, es una opción interesante a caballo entre las tecnológicas y los valores financieros. El primero se ha revalorizado cerca de un 17% anual medio en el último lustro.