Afloran los números rojos
El S&P 500 perdió un 0,5% y arrastró al Stoxx Europe 50 que perdió un 0,2%. Semana negativa también para el Nasdaq (-1,1%), lastrado, entre otros, por Salesforce (-13,9%, software). El sector del software cedió un 5%, arrastrado por
SAP (-7,4%) y
Oracle (-4,7%). El aumento de los tipos a largo plazo llevó a los valores tecnológicos (-2,2%) al rojo.
Meta (conservar),
Microsoft (comprar) y
Autodesk (comprar) cayeron un 2,4%, 3,5% y 6,2%, respectivamente. El
barril de Brent (+0,1%) se quedó estable, mientras la OPEP y sus aliados confirmaron la extensión de sus recortes de producción hasta finales de 2025 para apoyar los precios de crudo. Sin embargo, el sector energético cayó un 0,2%. En Europa, los sectores de ocio (-2,3%), tecnología (-3,3%) y medios de comunicación (-1,5%) también cedieron; al contrario que las telecomunicaciones (+1,7%), los servicios públicos (+0,9%) y la energía (+0,8%).
• Los tipos de las obligaciones a 10 años de EE. UU. repuntaron hasta el 4,6% para retroceder al 4,5%, tras la publicación de la inflación en abril conforme a las expectativas. También subió el rendimiento de las obligaciones en Alemania (2,66%), mientas en España se mantuvieron en el 3,35%. El 4 de junio el Estado subastará letras a 6 y 12 meses y el 6 de junio bonos y
obligaciones a varios plazos.
Cifras destacadas de la semana
El FMI eleva sus previsiones de crecimiento para China al 5% en 2024 y al 4,5% en 2025 (4,6% y 4,1% anterior, respectivamente). Un sólido primer trimestre y las medidas gubernamentales respaldan la revisión. El crecimiento alcanzó el 5,3%, superando las expectativas, a pesar de un persistente enfriamiento inmobiliario que pesa sobre la demanda interna. Según el FMI, el consumo interno muestra signos de recuperación, si bien aún por está por confirmar.
• Con una capitalización de más de 2,6 billones de USD, el valor bursátil de NVIDIA supera al del índice DAX (las 40 principales capitalizaciones alemanas: SAP, Siemens, Allianz, Adidas...). NVIDIA se beneficia de muy buenos resultados en 2023 y de buenas perspectivas para 2024. La brecha también se amplía porque las empresas alemanas no tienen tasas de crecimiento tan altas como el sector tecnológico.