Con la inflación (línea azul) por debajo del 3% las obligaciones de la zona euro han vuelto a ofrecer rendimientos reales positivos. Nada garantiza que siga así.
Publicado el 11 junio 2024
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Con la inflación (línea azul) por debajo del 3% las obligaciones de la zona euro han vuelto a ofrecer rendimientos reales positivos. Nada garantiza que siga así.
El 6 de junio el BCE redujo los tipos oficiales del 4,5% al 4,25%. Un movimiento que parece poner fin a la política constrictiva realizada en el periodo 2022-2023, en el que para contrarrestar la inflación, los subieron del 0% al 4,5%.
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Esta lucha contra la inflación ha dado sus frutos, pues frente a unos precios que subían a ritmo del 10,6% en octubre de 2022 ha caído hasta el 2,6%. Pagando, eso sí, el alto precio de una actividad económica paralizada durante cinco trimestres.
• Los próximos pasos del BCE están por escribir, pero una reducción en julio parece poco probable y habrá que esperar a septiembre, y quizás a diciembre, a ver si las perspectivas de inflación se siguen alineando con el objetivo del 2%. Vemos a un BCE que debe ser más prudente, dado que la Fed no parece apresurada en relajar su política y hay un riesgo real de que una reducción demasiado rápida de tipos haga caer el euro frente al dólar, encareciendo el precio de las importaciones y reavivando la inflación. Todo un lastre para una zona euro, cuyo crecimiento es renqueante.