El comercio exterior impulsa el crecimiento en Japón

Japón retoma la senda del crecimiento económico. Qué hacer con sus inversiones niponas.
Datos agridulces
Siendo buenas noticias en términos absolutos, estas cifras no deberían tranquilizar del todo a las autoridades de Tokio. Y con razón: el mercado interno pasa por ciertos apuros, cayendo un 0,3% respecto al trimestre anterior, lastrado en particular por la caída del gasto en consumo de los hogares (-0,4%).
En el frente de la demanda privada, sólo la inversión residencial avanza bien (+1,9%), pero la inversión no residencial está estancada (0,0%).
Entonces, ¿de dónde viene el crecimiento japonés? En primer lugar, del gasto público. La inversión pública avanza a buen ritmo (+1,2% respecto al trimestre anterior) y el consumo también aporta su pequeña contribución (+0,1%).
Sin embargo, la mayor contribución al crecimiento proviene del comercio exterior. Cabe destacar las exportaciones que aumentaron un 3,2% pero, sobre todo, la fuerte caída de las importaciones (-4,3%). Esto último se debe a la caída de los precios de la energía en 2023. Tras haber lastrado la balanza comercial japonesa a lo largo de 2022, las importaciones de energía penalizaron algo menos las cuentas japonesas en 2023, gracias a la caída de los precios de la energía. Esto incluso permitió que la balanza comercial de Japón volviera brevemente a territorio positivo en junio y contribuyó decisivamente a la aceleración del crecimiento.
Crecimiento ¿sólido?
En conjunto, estas cifras muestran a la tercera economía mundial en fase de crecimiento, por supuesto, pero sobre unas bases...