España: la subyacente disparada
En febrero, el número de personas inscritas en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) aumentó en 2.618 personas. Con ello, con respecto a ese mismo mes del año pasado el paro ha descendido en 200.669 personas (-6,45%). Un mes en el que el desempleo se ha cebado especialmente con los jóvenes menores de 25 años (+5,83% con respecto a enero). Por otro lado, el número de afiliados a la Seguridad Social aumentó en 81.808 personas en febrero en términos desestacionalizados y ronda los 20,3 millones de afiliados.
• Según el indicador adelantado elaborado por el INE, en febrero la inflación se habría situado en el 6,1% frente al 5,9% de enero. Un alza debida a la subida de los precios de la electricidad frente a la caída registrada en febrero de 2022, y a que los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron más que en dicho periodo. En sentido contrario, destaca la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes, los cuales aumentaron en febrero de 2022, y del transporte combinado de pasajeros, frente a la esta-bilidad del año anterior. Y sigue siendo muy preocupante la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) que habría aumentado dos décimas, hasta el 7,7%, superando con creces la media de la eurozona
• En cuanto a los mercados de deuda, los tipos a largo plazo, los de las obligaciones a 10 años, siguieron al alza cerrando la semana en el entorno del 3,7% desde cerca del 3,6% de la anterior. De hecho, en la última subasta de obligaciones a 10 años, el Tesoro captó 2.363,89 millones, y la rentabilidad se situó en el 3,773%.
En la eurozona, subida generalizada
En la zona euro, las estimaciones de Eurostat apuntan a que la inflación en febrero habría caído muy levemente hasta el 8,5% desde el 8,6% de enero. En ese mes, el alza de los precios de la energía se moderó al +13,7% desde el +18,9% de enero, mientras que el encarecimiento de los alimentos frescos fue del +13,6%, frente al +11,3% del mes pasado. Al excluir del cálculo el impacto de la energía y de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente de la zona euro escaló al 5,6% desde el 5,3% de enero, su nivel más alto de toda la serie histórica.
¿Qué destacamos?
Con una inflación subyacente en la zona euro al alza, el BCE no tendrá más remedio que seguir subiendo los tipos oficiales. Un escenario que empuja a los inversores a demandar mayores rentabilidades para financiar la deuda pública europea. Vea nuestro análisis Los tipos de interés atacan de nuevo en febrero