El Plan de Recuperación europeo no hará milagros
Publicado el 15 julio 2020División entre los países frugales y los del sur de Europa
Inicialmente dotado con 750.000 millones de euros, el Plan de Recuperación propuesto por la Comisión Europea ha vuelto a poner en evidencia la división existente entre los países “frugales”- Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia- y los del sur de Europa. Los primeros desean reducir la cuantía del plan, que se conceda un mayor peso a la concesión de préstamos (en el plan actual se contemplan 250.000 millones para tal fin) frente las subvenciones (500.000 millones de euros) y que se requiera el voto por unanimidad a la hora de conceder las ayudas a algún Estado miembro. En cambio, los segundos (con España e Italia a la cabeza) se niegan a reducir la cuantía contemplada en el plan y se resisten a aceptar un sistema de “aprobación política” de las ayudas argumentando que podría llevar a retrasos en su aprobación.
• ¿Cómo explicar entonces el hecho de que Alemania, que en su día fue el líder de los “frugales”, haya cambiado de bando y esté a favor de una mayor contribución al presupuesto europeo y de un plan de recuperación de 750.000 millones? Pues ni más ni menos porque tiene mucho que perder si la eurozona se rompe, sobre todo en términos de competitividad. Teniendo en cuenta que las exportaciones alemanas a otros países de la zona euro representan el 59% del total, es lógico que se afane por mimar a su principales clientes.
No acaba con las diferencias pero es vital para todos
Centrado en la transición ecológica y el apoyo a las regiones más afectadas por la pandemia, el plan de recuperación no resuelve los problemas fundamentales y la falta de competitividad de los países del Sur. Simplemente les permitirá recuperarse un poco más rápido, dando prioridad a los sectores del futuro. En todo caso, el plan es de máximo interés tanto para aquellos países que no disponen de los medios financieros suficientes para reactivar la actividad económica por sí mismos, como para aquellos para los que el mercado europeo, y el lugar privilegiado que ocupan en él, es uno de los pilares de sus respectivas economías.
Se impone la prudencia
Por nuestra parte, confiamos en que la economía europea se recuperará en los próximos años. Sin embargo, el balance económico de los próximos meses seguirá poniendo los pelos de punta. Sigue imponiéndose la prudencia y una acertada diversificación de sus inversiones tal y como le proponemos a través de nuestra estrategia global flexible