Bolsa australiana: apuesta para los más dinámicos

Australia: una economía muy competitiva

Tampoco la economía australiana se librará de las secuelas de la crisis del coronavirus, aunque guarda varios ases en su manga para poder amortiguar el golpe. La deuda pública sigue siendo una de las más bajas del mundo industrializado, aunque todavía alcanza el 45% del PIB. Por otro lado, al endurecer las normas prudenciales para consolidar la salud de sus bancos, el país se ha enfrentado en los últimos años a una crisis inmobiliaria que ha desembocado en un elevado endeudamiento de los hogares. De ahí que el Banco Central australiano haya optado por rebajar los tipos oficiales. De hecho, empezaron el año en el 0,75% y, a raíz de la pandemia, los recortó hasta el 0,25% y, por primera vez, comenzó a recomprar deuda. 
• Por otro lado, la economía australiana se ha vuelto algo menos dependiente de China, uno de sus grandes aliados comerciales. Pero esto también tiene su contrapartida. En efecto, las relaciones entre ambos se han deteriorado al posicionarse Australia del  lado de Washington en los ataques a China, en particular en lo que respecta a la gestión del inicio de la pandemia. Como resultado, las inversiones chinas están cayendo en picado. 
• La crisis actual plantea nuevos problemas que Australia tendrá que afrontar sin beneficiarse necesariamente de la ayuda de China. Por lo tanto, es probable que sea más difícil de manejar. No obstante, se trata de una economía muy competitiva. Pero con un menor margen de maniobra para las autoridades locales y una relación deteriorada con su principal cliente, los riesgos han aumentado. Por todo ello, las acciones australianas solo están presentes en la estrategia mixta dinámica a través de un fondo como el AS SICAV I - Australa-sian Equity A Acc AUD (LU0011963328).