La efervescencia en el sector de defensa puede continuar, pero hay mejores alternativas. A largo plazo, la acción nos parece cara.
Publicado el 20 marzo 2025
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La efervescencia en el sector de defensa puede continuar, pero hay mejores alternativas. A largo plazo, la acción nos parece cara.
El futuro rearme europeo ha impulsado la cotización de la compañía tecnológica, pero ¿será capaz de aprovecharse de ello?
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Es muy posible, aunque creemos que no tanto como para justificar sus ratios. Hay otras empresas dentro del sector mejor posicionadas para ello.
Acción cara.
VENDA.
Indra cierra 2024 con crecimiento en todas sus cifras: ventas +12%; beneficio +35% hasta los 1,57 euros por acción (frente a 1,42 de nuestras estimaciones). La aportación de las actividades con mayores márgenes, como defensa o tráfico aéreo, ha mejorado la rentabilidad del grupo. Una buena noticia, que ilustra el cambio que está produciéndose en la compañía. Y es que, todavía, el 62% de los ingresos y el 44% del benefi-cio operativo procede del negocio de consultoría y asesoramiento tecnológico; que, por otro lado, tiene un menor margen (9% frente a 20% del negocio de defensa o el 15,6% del tráfico aéreo), lo que justifica nuestro actual consejo de venta. La dirección de la compañía apuesta por crecer en defensa. Algo lógico en la actual coyuntura y el aumento de contratos que podría recibir. Sin embargo, la carencia de respaldo industrial de Indra es evidente. Los intentos hasta ahora fallidos de comprar capacidad (Santa Bárbara, fábricas de Duro Felguera) pueden ser un primer paso, pero transformar esas industrias y competir con el resto del sector, por el momento, se nos antoja complicado.
