No obstante, la elección de Trump genera incertidumbre sobre el futuro de su negocio de energías renovables. Además, el grupo necesita vigilar de cerca su deuda si quiere mantener el rumbo de sus inversiones. Aunque el valor está peor valorado que el conjunto del sector, su potencial de revalorización nos parece demasiado limitado para una compra. Acción correcta incluida en la cartera del Experto en acciones con un peso del 4,4%.
MANTENGA.
Mejora de previsiones
En los 9 primeros meses del año, el beneficio operativo de Engie disminuyó un 1,9% con respecto al año anterior. La caída de las ventas (-14,8%), debido a la normalización de las condiciones del mercado tras la crisis energética, se ha visto compensada en gran medida por la reducción de los costes de suministro (-20%) y las medidas de ahorro.
En el tercer trimestre, Engie volvió a beneficiarse de unas condiciones hidrológicas muy buenas en Francia y Portugal, así como de la puesta en servicio de nuevas capacidades de energía renovable, sobre todo en América Latina. Estos factores han compensado el descenso de los volúmenes de venta de gas (debido al clima suave y a los continuos esfuerzos por reducir el consumo).
Para el conjunto de 2024, el grupo apunta ahora a la parte alta de su rango de previsiones (revisadas al alza el pasado agosto). El beneficio neto (excluidos los elementos no recurrentes) debería por tanto alcanzar el extremo superior de la horquilla de 5.000 a 5.600 millones de euros.
Por nuestra parte, confirmamos nuestra previsión de beneficio por acción para 2024 en 1,85 euros (teniendo en cuenta las provisiones para la reestructuración de una parte de la actividad al otro lado del Atlántico y una probable minusvalía de la filial de estaciones de recarga eléctrica EVBox, que cesará su actividad).
Cotización en el momento del análisis: 15,53 EUR
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