Petróleo y gas ¿en serio?
Los tubos de acero sin soldadura tienen una mayor resistencia a la presión y a la corrosión, lo que los hace imprescindibles para la industria del petróleo y gas (perforación y transporte), que absorbe cerca de un 40% de la producción mundial de estos tubos. Otros usos relacionados con la energía (plantas nucleares, hidrogeno, petroquímica) e industrias como la química, movilidad, defensa, aeroespacial, farmacéutica o alimentaria absorben el resto. Con esta alta dependencia del gas y el petróleo ¿tiene futuro esta industria? Nosotros creemos que sí.
· Alrededor del el 50% de la energía mundial corresponde al petróleo y el gas. Esta proporción se ha mantenido estable desde hace 25 años a pesar del auge de las energías renovables que no consiguen destronarla debido al continuo aumento de la demanda (demografía, desarrollo en países emergentes, nuevos usos intensivos en energía como la IA…). De hecho, sin nuevas inversiones en mantenimiento, la industria del petróleo y gas perdería un inasumible 4% de su producción anual. Y las explotaciones en aguas profundas, el renacer de la energía nuclear - considerada ya como energía verde - o el despegue del hidrógeno demandan nuevas inversiones. De ello se benefician Vallourec, recién incorporada a nuestra selección, y la veterana Tubacex.
Vallourec, estamos de estreno
Vallourec (FR0013506730; Bolsa de París: 13,87 euros) es un grupo francés dedicado a la producción de tubos de acero sin soldadura (92% de la facturación) repartido en tres líneas de negocio: exploración y producción de hidrocarburos (82% de la facturación), industria, y nuevas energías (hidrógeno, geotermia, etc.). El grupo también explota un bosque de eucaliptos y una mina de hierro en Brasil (8% de la facturación). Está presente en más de 20 países, aunque más de 2/3 de la facturación se genera en el continente americano.
· Golpeada por la crisis de 2009 con pérdidas recurrentes llegó a una situación crítica en 2020, cuando los fondos Apollo y SVP Global tomaron las riendas e hicieron un cambio radical tanto en su estrategia (reducción al mínimo de la producción en Europa, eliminación de productos con menor valor añadido) como en sus finanzas, con un rescate financiero que transformó 1.800 millones de euros en capital más una ampliación de 300 millones. Los frutos llegaron en 2023, con un aumento de precios medios de venta del 20% (compensando la caída del 14% en ventas) y una relación liquidez/EBITDA del 67% que sugiere un retorno duradero a las ganancias.
Renace de sus cenizas
Apostar por una empresa que sale de una crisis aguda siempre es una aventura. Aún le queda un largo camino por recorrer y no está exenta de riesgos (4 sobre 5). Pero asumiendo esto, nos parece interesante. Pese a la debilidad temporal del mercado norteamericano y los elevados costes de reestructuración, el grupo obtuvo un beneficio de 0,9 euros por acción en el primer semestre de 2024. El grupo ha firmado jugosos contratos con TotalEnergies, Exxon o Wintershall Dea, y realiza inversiones en transición energética con el objetivo de obtener de ellas el 15% del beneficio operativo en 2030. Sin olvidar el éxito tecnológico en materia de almacenamiento vertical de hidrógeno (sistema Delphy).
· Con la deuda bajo control y manteniendo su capacidad de generación de efectivo, podría volver a pagar dividendos en 2025. Con un PER (relación precio/beneficio) de 8 para este año y de 6 para 2025 (estimamos un beneficio de 2,3 euros), la acción está barata y, si no le asusta el riesgo, puede merecer una apuesta, al igual que ha hecho ArcelorMitall que a comienzos de agosto compró un 28,4% de Vallourec al fondo Apollo a un precio de 14,64 euros por acción.
Tubacex, récord de pedidos
En el caso de la española Tubacex (ES0132945017; 2,95 euros) los beneficios del primer semestre nos han decepcionado al situarse en sólo 0,05 euros (-68%). Las ventas se contrajeron un 8,5% fruto de la debilidad en mercados como el norteamericano y el europeo (25% y 32% de la facturación) y del retraso en la entrega de pedidos - mantiene 29,4 millones en existencias a facturar en los próximos meses-. El arranque de la nueva planta de Abu Dabi y las inversiones en mercados verdes han aumentado la deuda en 55,4 millones, lo que supone uno de los puntos de riesgo.
· Las perspectivas son alentadoras. El nuevo centro de Abu Dabi, que debiera facturar entre 100 y 150 millones anuales para atender el pedido de 1.000 millones de ADNOC, comenzará a operar a finales de año y la cartera de pedidos continúa en niveles récord (1.600 millones), cubriendo la carga de trabajo en sus 25 fábricas hasta 2026. El grupo prevé ingresar 180 millones por la venta del 49% de OCTG a Mubadala, lo que aliviaría su endeudamiento al pasar de 4,3 a 2,9 euros por acción, y mantiene una caja de 1,2 euros por acción. La acción cotiza a 12 veces el beneficio esperado para este año y a 10 para 2025. Pese a los riesgos, si la tiene puede mantenerla.