La acción se revaloriza un 80% en el último año y la entidad ha presentado buenos resultados.
MANTENGA.
La mora y Turquía en el punto de mira
Con una divisa que se deja cerca de un 73% en el último lustro y una inflación cercana al 50%, la incertidumbre sigue rodeando a la economía turca. Esto supone un riesgo para aquellas empresas que cuenten con ella entre sus inversiones. Es el caso de BBVA, presente en el país a través de su filial Garanti, algo que puede inquietar a sus accionistas. Por otro lado, la subida de tipos en España golpeará a hogares y empresas aumentando la morosidad y el banco, por lo que pueda venir, ha aumentado la cobertura de sus préstamos morosos el 78 al 80%. Pero ¿realmente hay algo de qué preocuparse? No lo creemos. Sus principales fuentes de beneficio actual provienen de sus negocios en México y España (53% y 25% de su beneficio), mientras que su filial en Turquía solo aporta un 11%. Además, tras las fuertes pérdidas acaecidas en el país otomano en el pasado y el cambio de timón en el banco central turco creemos que lo peor ya habría quedado atrás. Y en cuanto a la morosidad, al menos hasta el momento, se orienta a la baja (3,4% frente al 3,7% e hace un año). En cualquier caso, la solvencia de BBVA nos parece razonable. Si bien actualmente su ratio (13%) es algo inferior a la media de bancos europeos (15%), ante un eventual escenario de crisis no saldría muy mal parada: su ratio caería hasta el 9,7% frente a la caída del 10,4% de los bancos europeos. Son los resultados que arroja el test de estrés, que cada dos años realiza la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
Con el viento a favor
A mayor solvencia de una entidad, mayor es su libertad y capacidad para repartir dividendos a sus accionistas. Ello unido a los buenos resultados cosechados por BBVA hacen que no veamos riesgos mayores para esta acción. La entidad cerró junio con un beneficio de 0,65 euros por acción (+40%), gracias al impulso del negocio típicamente bancario (+33%); una tendencia que creemos seguirá en los próximos meses. De ahí que, revisemos al alza nuestras estimaciones, tanto del beneficio (de 0,98 a 1,20 euros por acción) como del dividendo previsto para este año (de 0,41 a 0,50 euros por acción); y mantengamos nuestro consejo de conservar. La acción, aunque se revaloriza cerca de un 80% en el último año, nos sigue pareciendo correctamente valorada:
cotiza a unas 6 veces el beneficio esperado y al 90% de su
valor contable, con una rentabilidad por dividendo de casi un 7% anual. A nivel comparativo el conjunto de bancos europeos cotiza con un PER algo más elevado (por encima de 7), si bien, lo hacen al 70% de su valor contable.
Cotización en el momento del análsis: 7,394