Penalizados por los sinsabores provocados por Monsanto, los esfuerzos de Bayer son sin duda encomiables, pero tampoco le otorgamos un cheque en blanco. Acción correcta y arriesgada.
MANTENGA.
El nuevo director general del gigante farmacéutico y agroquímico alemán Bayer espera ser capaz de acelerar el desarrollo de su actividad farmacéutica, gracias a ciertas innovaciones en especialidades médicas. En efecto, el grupo perderá próximamente las patentes de sus dos productos estrella. En 2024, el anticoagulante Xarelto, que alcanzó unas ventas de 4.500 millones de euros en 2022, es decir, casi una cuarta parte de las ventas de la rama farmacéutica. En 2025, será el turno del tratamiento oftalmológico Eylea (3.200 millones de euros).
En el futuro inmediato, Bayer apuesta por dos productos que han llegado recientemente al mercado. El fármaco contra el cáncer Nubica (ventas de 500 millones de euros en 2022) y el tratamiento para trastornos renales relacionados con la diabetes Kerendia (100 millones de euros). Otros dos medicamentos en fase final de su desarrollo deberían unirse a ellos: el anticoagulante Asundexian y el tratamiento de los trastornos de la menopausia, el Elinzanetant. En conjunto, Bayer prevé que estos cuatro productos alcancen un máximo anual de ventas de 12.000 millones de euros. Unas estimaciones algo optimistas a nuestro entender.
Por último, a más largo plazo, Bayer cuenta con la innovación procedente de las adquisiciones de las biotecnológicas estadounidenses Asklepios, Vividion y Blue-Rock, aunque habrá que tener paciencia antes de ver resultados y a que sus medicamentos en desarrollo están en una fase muy poco avanzada (etapa preclínica).
Cotización en el momento del análisis: 50,39 EUR
