Ignorando el negro panorama que se cierne sobre el sector constructor-inmobiliario en nuestro país, la cotización de Sacyr se ha duplicado en pocos meses al calor de la revalorización de su participación en Repsol. La acción nos parece ya cara. Venda.
Con el objetivo de reforzar la situación financiera de la compañía Sacyr ha llevado a cabo varias ampliaciones de capital (en diciembre de 2010 y en enero de 2011) y una reciente emisión de bonos convertibles reservada a grandes inversores.
Este fuerte aumento del número de acciones en circulación (+34,5%) deja como consecuencia un balance más saneado pero también la dilución del beneficio por acción.
De cara al futuro la compañía mantiene su hoja de ruta. Mientras el mercado inmobiliario español no se recupere, los objetivos de Sacyr pasan por aumentar la diversificación internacional y fortalecer las finanzas (ahora algo más aliviadas gracias a la favorable evolución bursátil de Repsol).
Sin embargo, las perspectivas de Sacyr en los próximos años son más bien sombrías. Su elevada dependencia del negocio inmobiliario y constructor no augura buenos tiempos precisamente.
La cotización parece cerrar los ojos a este negro panorama y mira para otro lado. En concreto, a la recuperación de la cotización de Repsol: el impacto de esta subida en las cuentas de Sacyr ronda los 3,27 euros por acción desde comienzos de diciembre de 2010.
Cotización en el momento del análisis: 8,273 EUR