Quizá el nombre de esta empresa estadounidense no le suene, pero si hablamos de Kleenex o de Scottex, la cosa cambia. Analizamos esta acción a la que damos la bienvenida en nuestra selección.
Quizá el nombre de esta empresa estadounidense no le diga mucho, pero si le hablamos de los pañuelos Kleenex o del papel higiénico Scottex, la cosa cambia. La empresa puede presumir de un crecimiento constante y unos dividendos pagados con la constancia de un metrónomo. Y el tropezón del dólar USD frente al euro refuerza más nuestro consejo de compra para esta acción barata.
Kimberly Clark: generosa y defensiva
La compañía capta perfectamente las necesidades de sus clientes y es capaz de sacar partido de ello. Castigados por las bolsas en 2010, este tipo de títulos defensivos podrían tomarse la revancha a partir de este año. Fundada en 1872, Kimberly Clark comercializa productos de un solo uso, para la higiene y el cuidado personal, a través de cuatro grandes divisiones:
– higiene personal (44% de las ventas): productos para higiene femenina (Kotex), para la incontinencia en adultos, bebés y niños (Huggies, Peaudouce);
– productos de papel (33%): pañuelos (Kleenex), papel de baño y de cocina (Scott);
– profesionales (16%): productos sanitarios (limpiamanos, papel de baño, jabón...), ropa y accesorios de protección;
– salud (7%): dispositivos médicos de uso único (elementos de esterilización, blusas, máscaras, accesorios de cirugía y de tratamiento del dolor).
Inversión defensiva
Los productos de Kimberly Clark están presentes en nuestra vida cotidiana, sea cual sea la coyuntura económica. Es la propia naturaleza de los productos la que constituye un factor de resistencia ante los vaivenes económicos y aporta una cierta regularidad en los resultados. Pocas malas noticias se pueden esperar por tanto de este grupo cuya acción está pensada sobre todo para aquellos que busquen una inversión defensiva. Buena prueba de ello son los resultados del grupo durante la reciente crisis: en 2008, sus ventas crecieron un 6,3 % y en 2009 apenas cayeron un 1,5%.
Innovar para resistir
Por mucho que el título sea defensivo, la empresa no es sin embargo del todo insensible a las dificultades económicas y al paro. Y es que en tales circunstancias, los consumidores anteponen los productos más baratos (marcas blancas…).
Para hacer frente a esta situación, el grupo americano intenta desmarcarse, apostando por sus marcas fuertes, conocidas y apreciadas, y aportando innovaciones constantes en sus productos. Un buen ejemplo de ello son los pañuelos Kleenex bálsamo, recubiertos por un bálsamo protector, que calma el enrojecimiento y las irritaciones, o también el Kleenex antiviral que, según el fabricante, elimina la mayoría de los virus de la gripe y del catarro presentes en los pañuelos. En 2010, sus ventas se vieron impulsadas por la nueva gama de color de higiene femenina U de Kotex y por la ropa interior desechable para la incontinencia en adultos (con el envejecimiento de la población, este segmento tiene ante sí un futuro prometedor). Y para este año se prevé la llegada de nuevas innovaciones, sobre todo en los pañales Huggies.
Además, la estrategia del grupo pasa por un reforzamiento de su presencia en equipos médicos, un sector con posibilidades de crecimiento y márgenes de beneficio más elevados. Así, en 2009 se hizo con I-Flow y Baylis Medical, compañías especializadas principalmente en el tratamiento del dolor.
Márgenes resistentes
En la última década, el margen operativo rondó el 15%. Ello se debe, por una parte, a la fortaleza de las marcas, que permite al grupo imponer subidas de precios a su clientela y compensar así las subidas de precio de sus materias primas; y por otra, a la reducción de costes que el grupo es capaz de realizar. El plan actual debería permitirle ahorrar, de aquí a 2014, entre 1 y 1,30 USD por acción al año (antes de impuestos). Además, el plan de reestructuración ligado al cierre de 5 o 6 fábricas le permitirá recortar sus costes, de aquí a 2013, entre 0,20 y 0,30 USD por acción al año.
Mimo al accionista
Kimberly Clark es una máquina de liquidez que no olvida a sus accionistas. ¡Desde 1935 la compañía reparte un dividendo cada trimestre! En los últimos casi 40 años, este dividendo ha aumentado cada año. Su actual rentabilidad por dividendo supera el 4% bruto. Y el grupo recompra acciones propias (por valor de 800 millones de dólares en 2010 y de 1.500 millones previstos en 2011). Una política generosa, que además debería poder mantenerla, habida cuenta de la capacidad de innovación del grupo.
Nuestro consejo
Kimberly Clark (65,37 USD; ISIN: US4943681035) cotiza en la Bolsa de Nueva York (NYSE). La acción nos parece barata y merece un consejo de compra. Además, la fortaleza mostrada últimamente por el euro frente al dólar hace que, comparativamente, esta inversión sea ahora casi un 6% más barata para un español que hace tres meses.
Siempre es importante elegir el intermediario con tino, pero en el caso de Kimberly Clark que reparte cuatro dividendos al año es imprescindible para que las comisiones no le afeen el rendimiento final. Vea en nuestro análisis los intermediarios más económicos para esta operación. En todo caso, no invierta en la compra menos de 5.000 euros para que los gastos de la operación no mermen en exceso el rendimiento final de esta inversión.