Unas perspectivas de crecimiento más moderadas y el fuerte repunte de la cotización en 2011 han puesto la acción ya correcta.
Las perspectivas de las energías renovables vuelven a deteriorarse a largo plazo (recorte de incentivos y subvenciones). Los recortes presupuestarios y el aumento de la competencia tampoco mejorarán a corto plazo, aunque a largo presentan un buen potencial de crecimiento. Tras el fuerte repunte bursátil en 2010 (+46%), la acción nos parece ahora correcta. Cambiamos por tanto nuestra recomendación. Mantenga.
El beneficio de 2010 cayó un 87% hasta los 19,87 euros por acción. Sin embargo este desplome se debe a la inclusión en la cuentas de 2009 de las plusvalías obtenidas con la venta de Endesa. Sin tener en cuenta esta operación, el resultado habría repuntado casi un 12%. Unos resultados que, pese a no ser malos a tenor de un ejercicio tan complicado, han estado por debajo de nuestras expectativas.
La apuesta por las energías renovables (acertada en nuestra opinión) sigue cumpliendo su hoja de ruta: la producción creció un 37% y los ingresos un 20%. Sin embargo, su aportación a los beneficios del grupo cayó un 16% por el aumento de los gastos financieros y las amortizaciones.
La marcha del resto de sus negocios (que aporta el 32% del beneficio del grupo, antes de intereses, amortizaciones e impuestos), ha estado marcada por el desplome de los ingresos y el deterioro de los márgenes de beneficio, principalmente la construcción que representa casi la mitad de los ingresos del grupo.
Cotización en el momento del análisis: 75,30 EUR