El banco francés hace prudentes previsiones. La acción está cara, venda.
A pesar de la crisis de la deuda soberana, Crédit Agricole repunta un 19% en 2011. Un comportamiento algo mejor que el sector, pero que no debería repetirse en el futuro. Acción cara. Venda.
En su nuevo plan de desarrollo para 2014, Crédit Agricole (CA) adopta un perfil bajo para tranquilizar a sus accionistas. Así CA fija unos objetivos realistas que traducen, en nuestra opinión, la preocupación por evitar asumir riesgos importantes. El banco galo prevé alcanzar en 2014 un beneficio comprendido entre 6.000 y 7.000 millones de euros. Nuestras estimaciones iniciales muy conservadoras nos sitúan en la parte baja de la banda con 5.500/6.000 millones.
Para alcanzar este nivel, CA no se diferencia claramente del sector al afirmar querer apoyarse en las actividades de banca minorista en el extranjero y en la gestión de activos. Además, seguirá exportando su modelo francés de banca minorista comercializando una muy amplia gama de productos para una clientela que va de los particulares a las empresas. Una estrategia prudente pero que no es sinónimo de éxito garantizado frente a una competencia que se reforzará más en banca minorista.
A tenor de este plan, revisamos al alza nuestra previsión de beneficio por acción para 2012 de 1,50 a 1,65 EUR. La de 2011 se mantiene en 1,70 EUR. Mantenemos en 4 el nivel de riesgo (en una escala de 1 a 5), debido a su mediocre gobierno corporativo.
Cotización en el momento del análisis: 11,58 EUR