Con su plan de crecimiento, Renault no aspira quizá a alcanzar la pole position, pero podría clasificarse en el pelotón de cabeza de los constructores generalistas. Acción correcta. Mantenga.
Con el plan estratégico a medio plazo Drive the change, Renault ha ganado en credibilidad. Su objetivo para 2013 es claro: tres millones de vehículos vendidos y un margen operativo del 5%. El objetivo nos parece realista y factible.
Sin aspirar a competir con los mejores del sector, su posicionamiento en el segmento low cost, con la marca Dacia, se revela juiciosa y rentable. Y el lanzamiento de su gama de vehículos eléctricos es desde luego una apuesta arriesgada, pero podría ser el preludio de otro futuro pilar rentable para la compañía gala (sobre todo si el precio del barril de crudo continúa por encima de los 100 dólares).
Gracias a sus alianzas industriales con Nissan y Daimler, Renault cuenta además en nuestra opinión con las armas necesarias para llevar a buen puerto este plan de crecimiento.
El fabricante europeo más afectado por el impacto del desastre natural en Japón es precisamente Renault, debido a su participación del 43,4% en Nissan. Esta última realiza entre el 16 y el 18% de sus ventas en territorio nipón y, lo más importante, uno de cada tres vehículos sale de una fábrica japonesa.
Por todo ello, rebajamos nuestra previsión de beneficio por acción a 6 EUR para 2011 y estimamos 7,50 EUR para 2012.
Cotización en el momento del análisis: 45,965 EUR