La reforma del sistema financiero español se llevará por delante a un buen número de entidades y afectará sobre todo a las cajas de ahorro. Ampliaciones de capital, venta de participadas y salidas a Bolsa van a estar a la orden del día en un sector ávido de dinero fresco. Pero, ¿podrá la Bolsa asumir esta avalancha de papel?
Unas relaciones complejas
Durante muchos años las cajas de ahorros compraron paquetes significativos de empresas cotizadas. Por razones fiscales interesaba que esas inversiones excedieran el 5% de su capital. Pero ahora las prioridades son otras. La falta de solvencia del sistema financiero obliga al sector a reforzarse. Y los requisitos impuestos a las cajas son más restrictivos que los de los bancos: si no cotizan se les obligará a tener mejores ratios de solvencia (más capital). Ante la necesidad de dinero fresco, algunas entidades han elegido salir a Bolsa (Banca Cívica, La Caixa...) y en muchos casos han colgado el cartel de “se vende” en sus participadas. Además, todo parece indicar que el regulador se va a poner más duro con el cálculo de solvencia de aquellas cajas que mantengan participadas, otro motivo para deshacerse de ellas.
Presentes en todos los sectores
La presencia de las cajas es especialmente intensa en sectores estratégicos: energía, “telecos” y construcción. En la actualidad, el valor en Bolsa de las participadas de las cajas españolas supera los 20.000 millones de euros. Cerca de la mitad de esta cifra corresponde a la cartera de La Caixa, sin especial prisa por vender sus participadas (Telefónica, Repsol, Abertis...) dado su nivel de solvencia actual. El conjunto de las cajas de ahorros más el BBVA y el Santander mantienen posiciones en 16 de las 35 empresas del Ibex35. Y fuera del selectivo, también son numerosas sus inversiones (NH Hoteles, SOS).
¿Cuándo?
Los nuevos requisitos de solvencia entrarán en vigor el 10 de marzo y las cajas que a esa fecha no alcancen los niveles requeridos tendrán de plazo hasta el 30 de septiembre para cumplirlos. Aquellas que opten por salir a Bolsa podrán alargar el proceso hasta el primer trimestre de 2012. La oferta de papel (acciones) de las cajas hasta entonces será cuantiosa. Cualquier entidad que desee deshacerse de sus participaciones, lo lógico es que realice la desinversión antes de su propia salida a Bolsa para no acumular oferta de papel (acciones a la venta) y perjudicar así su propia cotización.
Presión más a la baja que al alza
Aunque las cajas quieran vender sus “joyas”, algunas no son “atractivas”, y en otros casos son las propias cajas a las que no les resultará tan interesante venderlas por acumular pérdidas o por jugarse préstamos que aún han de recuperar. El efecto general será pues una avalancha de papel que en poco ayudará a subir sus cotizaciones, y es que en este caso son los compradores los que no tienen prisa alguna. No creemos que estas ventas se produzcan mediante OPV, si no a través de colocaciones entre grandes inversores (fondos, planes de pensiones...) los cuales tratarán de comprar con descuento. Sirva de ejemplo la colocación del 5% de ACS que realizó Alba hace unas semanas.
Sin embargo, este baile de participaciones puede romper el “estatus quo” de ciertas empresas en las que la estabilidad del grupo de control abocaba cualquier intento de toma de control al fracaso. Ahora sin embargo con el cartel de “se vende” las opciones pueden abrirse y por ejemplo ACS podría estar muy interesada en comprar las acciones de las cajas en Iberdrola. En otros casos podría ser la forma de entrada de algunos inversores que, sin obtener el control de la sociedad, sí puedan sustituir a las cajas en la posición destacada de su accionariado. Como podría ocurrir en NH que a pesar de no tener un precio barato ronda los múltiplos del sector y podría ser la puerta de acceso de algún grupo hotelero internacional.
Frío
Este baile en poco debería afectar al inversor a largo plazo. En muchos casos deberá ver cómo se calienta algunos valores para verlos caer una vez se coloque el paquete o simplemente es poco probable que su cotización se vea muy afectada (las última de la lista por contar con un menor paquete). Entre ellas – la sociedad seguida del porcentaje que las cajas tienen en su accionariado – podrían estar: SOS 41%; Gas Natural 38%; CAF 20%; Enagas 15%; Mapfre 15%, Amper 15%; Reyal Urbis 13%; IAG 11%; Uralita 10%; Tubacex 9%; Metrovacesa 9%; Sacyr 7%; Sol Meliá 6%; B.Pastor 5%; Telefónica 5%; Zeltia 3% o Sabadell 2%.
Caliente
Saber sobre qué acciones en concreto un inversor con posibles (como ha ocurrido con Cepsa) puede estar interesado como para elevar el precio es complicado. Mayores posibilidades tienen aquellas en las que puede producirse un cambio de control y su precio es interesante. Nosotros creemos que con un interés tibio podrían encontrarse Repsol 13% (barata) y Ence 11% (correcta). El resto (vea tabla) podría ser más susceptible de un interés Eso sí, en nuestra opinión caso de apostar especulativamente mejor hacerlo por una acción que tenga un consejo de compra o mantenimiento de cara al largo plazo, por si las moscas.
Participadas de las cajas de ahorro |
Empresa | % de las cajas en su accionariado | Consejo LP | Evaluación |
| 25 | Mantener | Correcta |
| 17 | Comprar | Barata |
| 5 | Mantener | Correcta |
| 28 | Vender | Cara |
| 32 | Mantener | Correcta |
| 13 | Comprar | Barata |