La gran debilidad de la actividad constructora en España y el poco interés de los inversores por el valor deprimen la cotización. Acción muy cara.
Poco más le queda por hacer a Uralita (ya recorta gastos, diversifica en el exterior) en un ambiente tan hostil para su negocio. Tan solo esperar a que mejore la coyuntura algo que, por el momento, no contemplamos. Acción muy cara. Venda.
Ante el difícil panorama que afronta la actividad constructora en España, las perspectivas para Uralita no son por tanto nada alentadoras.
Sin embargo, la compañía española sigue adaptándose a esta complicada coyuntura de la única forma que, por el momento, tiene a su disposición: llevando un estricto control de sus gastos y realizando una intensa búsqueda de nuevos mercados en el exterior (Europa del Este, Rusia) con el fin de reducir su aún excesiva dependencia del mercado nacional.
Esta estrategia parece que empieza a dar sus frutos y las ventas del exterior suponen ya el 63% de las ventas totales del grupo, ante el persistente descenso del negocio nacional (-15%).
No obstante, a pesar de esta mayor diversificación, la compañía no ha podido evitar una caída de los ingresos del 6,5% hasta el tercer trimestre de 2010.
Y es que, ante la debilidad de la demanda, los precios de venta también sufren las consecuencias en forma de reducción de márgenes y, por ende, de recorte del beneficio final.
En ese sentido, al cierre del tercer trimestre de 2010 el beneficio de Uralita llegó a los 0,026 euros por acción, lo que supone un retroceso del 37% respecto al mismo periodo de 2009.
Cotización en el momento del análisis: 3,45 EUR