El grupo holandés sigue de capa caída con unos pobres resultados trimestrales. Acción cara.
Philips no consigue recuperarse, como ponen de manifiesto sus resultados trimestrales. Acción cara, teniendo en cuentas sus perspectivas. Venda.
Los resultados de 2010, algo superiores a nuestras expectativas, se han triplicado (respecto a un 2009 muy flojo) debido sobre todo al recorte de costes ya que la actividad del grupo sigue de capa caída.
Las ventas en el cuarto trimestre (un trimestre normalmente favorable) cayeron un 4% (en datos comparables), mientras que sus competidores (Siemens y General Electric) parecen aprovecharse de la recuperación económica. En efecto Philips arrastra aún lastres (como el segmento de televisión) que le impiden avanzar.
Además de estos problemas estructurales, Philips ha pecado de optimismo al contar exageradamente con el desarrollo de los emergentes: los desengaños encontrados en Brasil y en China han lastrado la actividad del grupo. Nuevas depreciaciones podrían producirse en los próximos trimestres en nuestra opinión.
Sin poner en tela de juicio las bondades de esta diversificación geográfica, sus objetivos de crecimiento tendrán que revisarse a la baja. Pero las finanzas del grupo son excelentes y cuenta con una tesorería neta de más de mil millones de euros. Suficiente para aumentar el dividendo por acción hasta 0,75 EUR.
Con todo ello, revisamos al alza nuestras previsiones de beneficio a 1,63 EUR (frente a 1,25 EUR anteriormente) en 2011 y a 1,72 EUR (frente a 1,38 EUR) en 2012. Pero aún así la acción sigue estando cara.
Cotización en el momento del análisis: 23,17 EUR