Futuro de lo más incierto
La compañía afronta una coyuntura de lo más complicada. Con un sector inmobiliario parado y una situación financiera más que complicada, las perspectivas de Reyal Urbis son más que inciertas. Acción muy cara y muy arriesgada. Venda.
La atonía del sector inmobiliario se refleja una vez más en sus cifras. Así, hasta el tercer trimestre del año, las pérdidas más que se duplicaron hasta los 0,87 euros por acción (-0,41 euros hace un año). Y es que, salvo los alquileres, el resto de sus negocios está sumido en los números rojos: vende pisos, suelo y activos por debajo de su valor contable. Esto no es sino el reflejo de su principal problema: el elevado endeudamiento. Pese a que los bancos han aceptado hasta ahora inmuebles como pago por sus préstamos, las necesidades financieras de la compañía (pagos a proveedores, salarios, etc.) le obligan a vender a precios ajustados a la difícil realidad del mercado inmobiliario. De ahí que las operaciones de venta se salden con importantes pérdidas para la empresa.
Las perspectivas para los próximos meses son en nuestra opinión muy poco alentadoras. La coyuntura económica no invita a pensar en una mejora de la demanda de pisos ni en un repunte de los precios de los alquileres. Además, los bancos se van a enfrentar a una reglamentación más estricta en cuanto a inmuebles en sus balances por lo que auguramos nuevas complicaciones financieras para Reyal Urbis.