Futuro aún incierto
El horizonte de la compañía sigue ensombrecido por la crisis inmobiliaria: los nuevos pedidos siguen cayendo y la actividad de mantenimiento será la responsable de sostener el beneficio. La cotización actual nos parece excesiva, dada la difícil coyuntura que afronta el grupo. Acción cara. Venda.
La compañía acaba de publicar sus resultados del tercer trimestre del año: como era de esperar, estos siguen reflejando el impacto que la crisis del sector inmobiliario (venta de nuevos equipos) tiene sobre las cuentas de Zardoya. Los ingresos apenas han retrocedido un 2,3% gracias al tirón de las exportaciones (+12% y que ya representan el 9% de las ventas) y, sobre todo, a la seguridad y estabilidad que aporta a sus ingresos el negocio de mantenimiento (+0,1%) y que ya supone el 77% de las ventas de la compañía. Los ingresos obtenidos por la venta de nuevas instalaciones han caído un 20,5% en el trimestre. Cabe destacar asimismo que el grupo ha conseguido - después de bastantes trimestres - aumentar la cifra de nuevos contratos pero aun así, la cartera de pedidos acumulada sigue menguando (-5,8%). Por otro lado, los márgenes resisten gracias a la mayor eficiencia de su nueva factoría. Así, y pese a que el entorno no está siendo el más favorable, la compañía aún consigue incrementar ligeramente los beneficios (+2,8% hasta los 0,42 euros por acción) respecto a los de hace un año.
Cotización en el momento del análisis:12,83 EUR