A la espera de tiempos mejores
Los resultados del cuarto trimestre reflejan la dura realidad del sector, sobre todo en nuestro país. Pobres perspectivas. Acción muy cara. Venda.
La parón de nuevas obras en España y la crisis económica en el resto del mundo han contribuido al desplome de las ventas de Uralita (-30%). La debilidad se extiende a todas sus áreas de negocios y se agudiza en aquellas con mayor dependencia del mercado nacional en el que las ventas han disminuido casi un 40%.
Para hacer frente a esta compleja situación, la compañía no ha dudado en llevar a cabo un duro proceso de reducción de costes, con el cierre de fábricas y despidos de personal incluidos (la plantilla se ha reducido en un 18%); ha paralizado las nuevas inversiones de expansión; y ha realizado un estricto control de las instalaciones actualmente operativas.
Gracias a todo ello, Uralita ha conseguido mantener unos márgenes de beneficio y unos resultados por encima de nuestras estimaciones: así el beneficio por acción en 2009 se redujo en un 75% hasta 0,05 euros por acción (algo por encima de nuestra estimación de 0,04 euros).
Por desgracia, a partir de ahora poco le queda a la compañía por hacer en un ambiente tan hostil para su negocio como el actual, salvo esperar a que mejore la coyuntura. Y es que aunque el ajuste de costes nos ha sorprendido gratamente, seguimos sin ver indicios de recuperación sostenible de las ventas a medio plazo.
Cotización en el momento del análisis: 4,06 EUR