Golpe a los minoritarios
La ampliación de capital reducirá a menos de la mitad la participación de los actuales accionistas. Este dinero fresco aliviará temporalmente la delicada situación financiera del grupo de comunicación. Acción cara. Venda.
Tras presentar una caída del beneficio del 39% en 2009 (hasta 0,24 euros por acción), Prisa ha llegado a un acuerdo con el grupo inversor estadounidense Liberty, por el que duplicará el número de acciones, cediéndole las nuevas a cambio de unos 660 millones de euros. Además, el 18% de las nuevas acciones serán preferentes (cobrarán un dividendo del 7% anual hasta que decidan canjearlas por acciones ordinarias, en dos o cinco años), lo que aleja la posibilidad de que los accionistas actuales cobren dividendos.
El acuerdo resulta perjudicial para los accionistas actuales que verán diluida su participación pero no recibirán a cambio ningún derecho de suscripción. Una segunda ampliación de capital de 150 millones, esta sí con derechos de suscripción, y abierta a todo el mundo cerrará la operación.
Estos 810 millones (660 + 150) sacan temporalmente del atolladero a Prisa pero no resuelven todos sus problemas (una deuda de 4.800 millones, 1.950 de los cuales deben ser refinanciados o pagados en 2013). A la familia Polanco la jugada les sale redonda: salvan el 30% del grupo sin poner un euro y mantienen el control tras la futura limitación del derecho de voto al 30%. Todo ello nos lleva a reducir su nota de gobierno corporativo.
Cotización en el momento del análisis: 3,07 EUR