Perspectivas poco halagüeñas
Para enfrentarse a unas perspectivas poco halagüeñas, la compañía siderúrgica tendrá que dar salida a sus abundantes existencias, proseguir con la reducción de costes y buscar nuevas alternativas para ampliar su negocio. Acción muy cara. Venda.
Tras un año de crisis, las existencias de Acerinox a las que tendrá que dar salida son abundantes. Además, no se esperan subidas del precio del acero, con una demanda final (automóvil, construcción, electrodomésticos) que, aunque está en vías de recuperación, sigue aún débil. Si a esto le sumamos el exceso de producción, el horizonte que afronta la compañía no es para nada alentador.
Por otro lado, continúa con su política de reducción de costes, por ejemplo con la reducción de plantilla hasta en un 50% como en el caso de la fábrica de Campo de Gibraltar o en su filial Roldán.
Para hacer frente a esta complicada situación, Acerinox prevé ampliar su gama actual de productos con la incorporación de la familia de aceros duplex, cuyo consumo a nivel mundial representa el 2% del total de acero inoxidable y para la que se espera un rápido crecimiento de la demanda en los próximos ejercicios.
Estimamos unas pérdidas por acción de 0,82 euros para 2009 y unos beneficios de 0,72 euros para 2010. Como era de esperar, la compañía no varía su política de retribución al accionista, manteniendo el dividendo en 0,45 euros por acción en 2010.
Cotización en el momento del análisis: 12,33 EUR