Severa caída de la demanda
La compañía sufre la caída de las ventas y un retroceso de los beneficios en el tercer trimestre. La debilidad de la demanda acabará pasando factura también a la cotización, cara a nuestro entender. Venda.
Los malos augurios se han confirmado. Arrastradas por la fuerte caída de la demanda, las ventas de los nueve primeros meses del año retrocedieron un 2,5%. Sin embargo, la rapidez de reacción de la compañía y una flexible gestión de su capacidad productiva (ha disminuido su producción en un 10% en el periodo) le han permitido contener la caída del beneficio neto al -2% hasta el tercer trimestre.
Pero mucho nos tememos que la persistente debilidad de la demanda del sector (demanda de vino en retroceso en sus principales mercados de exportación…) y el exceso de capacidad productiva en otros nichos de mercado acabarán lastrando los resultados del cuarto trimestre. Esto nos lleva a estimar una caída del 6% en el beneficio neto para el conjunto del año.
A corto plazo la propia compañía reconoce que sus beneficios seguirán bajo presión, debido principalmente a la persistente debilidad de la demanda. De hecho, las medidas de ajuste en el sector ya han comenzado (cierres de fábricas enteras o de líneas de producción, cancelación de nuevos proyectos…). Aunque creemos que Vidrala sobrevivirá a estos duros momentos, la crudeza de la crisis no está sin embargo reflejada adecuadamente en su cotización.
Cotización en el momento del análisis: 18,49 EUR