En nuestra selección de acciones, algunas aparecen con un consejo de compra por estar baratas y otras merecen un consejo de venta por estar caras. Para llegar a tal valoración nos basamos en un modelo que utiliza múltiples variables que no siempre concurren en la determinación del precio al que cotizan en Bolsa.
Nuestro modelo de valoración de acciones
Para cada una de las acciones de nuestra selección emitimos una valoración: muy cara, cara, correcta, barata o muy barata. Para llegar a esta apreciación, nos basamos en un modelo multicriterio (previsiones de beneficio, dividendos y rendimiento a largo plazo, nivel de riesgo…) que compara todas estas variables entre sí y clasifica las acciones en: infravaloradas, ligeramente infravaloradas, correctamente valoradas, ligeramente sobrevaloradas y sobrevaloradas. Además, comparamos las acciones frente a la media bursátil y otros mercados utilizando dos criterios: el riesgo de cada mercado y el rendimiento esperado a largo plazo. Nuestro modelo exige que cada mercado ofrezca un rendimiento suficiente para remunerar el riesgo asumido. De todo ello se deduce una apreciación final para cada acción que va desde "muy cara", pasando por “correcta”, hasta "muy barata", que traducimos en consejos de venta, mantenimiento y compra.
La cotización no se ajusta a sus perspectivas
Una cosa es la valoración estimada para una acción y otra su cotización en Bolsa, la cual no siempre se ajusta a sus perspectivas. Según concluye un estudio norteamericano llevado a cabo desde 1956 hasta 2007, aunque las cotizaciones bursátiles sí permiten identificar aquellas empresas de las que se puede esperar un crecimiento de sus beneficios superiores o inferiores a la media, a menudo exageran tales perspectivas. Por lo general, aquellas empresas que presentan un fuerte potencial de crecimiento de sus beneficios suelen cotizar en Bolsa a unos precios demasiado elevados. Y al contrario: aquellas con un débil potencial de crecimiento suelen cotizar a unos precios demasiado bajos. P.ej. CAF, pese a su buen posicionamiento para poder sacar buen provecho de las buenas perspectivas del transporte ferroviario, cotiza a unos elevados niveles que reflejan sobradamente esta situación. De ahí que la acción, que valoramos como cara, merezca nuestro consejo de venta. Por el contrario, en el caso de la farmacéutica Pfizer o de la petrolera BP, aun con un potencial de crecimiento no tan fuerte, están cotizando a unos precios por debajo de tales perspectivas. De ahí que ambas acciones, baratas, dado su potencial alcista merezcan nuestro consejo de compra.
Excepciones
Excepcionalmente, podemos suspender nuestro consejo de compra para una acción barata o el de venta para una acción cara. Actualmente p.ej. ninguna acción del sector financiero merece nuestro consejo de compra a pesar de que algunas se encuentren ya baratas. ¿La razón? La fuerte incertidumbre que rodea al sector invita a la prudencia.