Pasa a formar parte de nuestra selección de acciones
Si hay algo por lo que esta centenaria farmacéutica americana sobresale es por su actividad dentro del campo del “teranóstico”( terapia + diagnóstico): una combinación entre pruebas diagnósticas y su tratamiento farmacológico. Pero éste no es el único as que guarda en su manga esta compañía que incorporamos a nuestra selección de acciones. A su precio actual, la acción se encuentra barata. Puede comprar en la Bolsa de Nueva York (ISIN: US0028241000).
Orientación “teranóstica”
Abbott se dedica a la investigación, desarrollo, fabricación y comercialización de productos médicos y farmacéuticos. Pero si hay algo que diferencia a esta compañía del resto es su división de diagnósticos, creada en 1973, época en la que Abbott se convirtió en uno de los líderes de los test “in vitro” y en importante suministrador a hospitales y laboratorios de sistemas integrados de diagnóstico. Una división que ha ido cobrando cada vez más fuerza (12% de la totalidad de sus ventas en 2008) y de la que, no obstante, quiso desprenderse en 2007. Aunque finalmente no llegó a materializarse, mediante esta venta Abbott pretendía obtener los recursos necesarios para desarrollar más rápidamente su prometedora actividad de diagnosis molecular, división que creó en 2003 con el fin de desarrollar nuevas tecnologías que permitieran el diagnóstico de anomalías cromosómicas.
No obstante, la piedra angular de Abbott sigue siendo su división de productos farmacéuticos (56% de sus ventas en 2008), centrados en áreas terapéuticas como la inmunología, oncología, neurociencia y virología. También se ha convertido en uno de los líderes en dispositivos vasculares (8% de sus ventas en 2008) gracias sobre todo al éxito del Xience V , un stent coronario (dispositivo que se inserta en una arteria para evitar su obturación). Además, cuenta con una destacada división de productos nutricionales (17% de las ventas en 2008). Sus otras actividades, productos y tecnologías enfocados al autodiagnóstico de la diabetes, la oftalmología y la salud animal, supusieron el 7% de las ventas en 2008.
Estrategia de crecimiento
La compañía tiene un serio compromiso con el desarrollo de nuevas actividades de alta tecnología con un prometedor potencial de crecimiento. Para ello, ha llevado a cabo distintas adquisiciones, limitándose, eso sí, a operaciones modestas y poco arriesgadas en términos de integración y financiación. P.ej. en 2006 compró, por un lado, la división vascular de Guidant (aparatos de electromedicina), compañía de la que « heredó » precisamente el Xience V; y por otro lado se hizo con Kos Pharmaceuticals, compañía especializada en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares. Asimismo, este año ha adquirido las compañías oftalmológicas Advanced Medical Optics y Visiogen. También ha comprado la división farmacéutica del grupo belga Solvay gracias a la cual y por un precio razonable podrá reforzarse en Europa del Este y Asia, obtener los derechos a nivel mundial del Tricor y del Trilipix (dos anticolesterolémicos que ya comercializaba conjuntamente con Solvay), hacerse con la división de diagnósticos de Innogennetics y, sobre todo, abrirse camino en el prometedor negocio de las vacunas.
Obstáculos… salvables
Uno de los medicamentos estrella de Abbott es el Humira (15% de sus ventas en 2008) que se utiliza para el tratamiento de enfermedades autoinmunes. Pues bien, la compañía fue demandada en su día por su compatriota Johnson & Johnson por haber violado la patente que, según ella, ostenta de este medicamento. Asunto que los tribunales estadounidenses han resuelto condenando a Abbott a pagar una indemnización a su compatriota de 1.700 millones de USD. Aunque Abbott ha recurrido la sentencia, lo cierto es que esta cifra se queda corta en comparación con esos 4.500 millones de USD que le reportó el Humira en 2008, un medicamento cuyas ventas crecen como la espuma (+48% en 2008, y entre un +15/+20% para este año) y cuyo potencial no está ni mucho menos agotado (está indicado para seis tipos de enfermedades y a punto de aprobarse su prescripción para una séptima).
Al igual que la totalidad del sector, Abbott se enfrenta a la competencia – eso sí, no tan dura en su caso - de los genéricos (debido a los cuales las ventas p.ej. del Depakote – enfermedades neurológicas - cayeron un 69% en este pasado primer semestre del año).
Un atractivo potencial
Pese a que su cartera de productos en fase de desarrollo se encuentra poco o moderadamente avanzada, lo cierto es que está muy bien diversificada y muy poco expuesta a la amenaza de los genéricos. Así, en el más corto plazo, el Humira y el Xience V deberían seguir siendo sus principales motores de crecimiento, a los cuales el año próximo se sumará el anticolesterolémico Certriad. Asimismo, es destacable su prudente y acertada estrategia de crecimiento allende sus fronteras. Por otro lado, a finales de 2008 la compañía lanzó un importante programa de recompra de acciones (por un valor de 5.000 millones de dólares USD, el 7% de su capitalización bursátil) gracias al cual debería poder mantener el beneficio por acción. En concreto, nosotros esperamos un beneficio por acción de 3,75 USD para este 2009 que remontará hasta los 4,25 USD en 2010 y estimamos una rentabilidad por dividendo del 3,5%.
Cotización en el momento del análisis: 51,91 USD.