Difícil coyuntura para el sector
Debilidad de la demanda, precios a la baja… elementos que no invitan al optimismo. La situación financiera parece estar controlada - al menos a corto plazo – gracias a la venta de inmuebles y a la apertura de nuevas líneas de crédito, pero sigue estando bajo vigilancia ante lo complicado de la coyuntura. Acción cara y muy arriesgada. Venda.
La crisis económica está castigando duramente al sector hotelero y Sol Meliá no es una excepción. Así, hasta el primer semestre del año, las ventas de la compañía se redujeron casi un 12%. La peor parte se la ha llevado el negocio de los hoteles urbanos: la contención de gastos de las empresas ha afectado seriamente a los viajes de negocios y a las convenciones.
Por su parte, el segmento vacacional también se ha visto afectado por el recorte de gastos de las familias y por la menor llegada de turistas extranjeros a nuestro país (-17% en los seis primeros meses del año).
Ante esta difícil coyuntura, la empresa ha reaccionado bajando el precio de sus habitaciones y, sobre todo, llevando a cabo un importante plan de ahorro de costes (operativos, financieros, etc.).
Con todo ello, el beneficio por acción ha caído un abultado 97% (hasta 0,01 euros frente a 0,19 de hace un año). Las expectativas para el resto del ejercicio no son muy positivas que digamos, aunque las reservas vacacionales de última hora han sido algo mejores de lo inicialmente esperado.
Cotización en el momento del análisis: 5,90 EUR