Jugoso contrato en Venezuela
La firma de un contrato por 1.500 millones de euros en Venezuela ha devuelto el ánimo a la cotización. Sin embargo, su impacto beneficioso no será suficiente para mantener en el futuro el fuerte crecimiento de los últimos años. Acción cara. Venda.
En el primer trimestre, sus ingresos se mantuvieron ajenos a la crisis (+22%), gracias a los contratos cerrados en los últimos dos años. Pero sus márgenes comenzaron a ceder terreno, particularmente los de sus negocios de servicios especializados y fabricación, menos ligados a proyectos a largo plazo.
En cambio, el beneficio neto ha pisado el freno en seco (+4,6%) debido, según el grupo, a pérdidas financieras y de tipo de cambio. Pero lo más preocupante es la fuerte caída de la contratación: el grupo cerró contratos por 74 millones de euros en el trimestre, frente a los 177 de 2008 y los 210 millones de euros de 2007.
El cierre a inicios de junio del contrato venezolano viene a paliar la cierta penuria de la cartera de pedidos que comenzaba a secarse preocupantemente. De todas formas, su impacto en los beneficios se repartirá en las cuentas de los 3 ó 4 próximos años, pero no será suficiente por si solo para mantener a largo plazo el fuerte crecimiento actual de los beneficios.
Por último, la incertidumbre sobre las inversiones en proyectos industriales y sobre todo energéticos (su principal motor de crecimiento) acabará reflejándose en un frenazo de sus beneficios futuros.
Cotización en el momento del análisis: 6,32 EUR