Cambio de consejo
La caída del precio del petróleo y la crisis crediticia nos llevan a rebajar nuestras previsiones de beneficios para próximos años. Acción ya cara. Venda.
El negocio de las energías renovables no atraviesa por sus mejores momentos. Y no es que sus buenas perspectivas de crecimiento a largo plazo se hayan evaporado - seguimos pensando que las energías renovables crecerán a largo plazo muy por encima de la media de la economía –, sino que ahora se enfrentan a un momento complicado.
El precio del crudo ha caído más de un 50% respecto a los niveles de hace un año como consecuencia de la crisis económica, lo que desincentiva la inversión en estas energías “limpias”. Además, la crisis financiera complica la obtención de recursos financieros con los que impulsar el desarrollo de nuevos proyectos: se reducen las líneas de financiación y aumentan los gastos financieros, lo que merma la rentabilidad.
Ante este negro panorama, los nuevos proyectos se ralentizan o incluso se abandonan. La capacidad de producción de equipos – hasta ahora con listas de espera – se desploma a niveles que obligan incluso a cerrar algunas factorías. Por otro lado, ante la caída de la demanda, los precios de los equipos bajan y los márgenes se deterioran.
¿Cuánto durará esta situación? Hasta que no se levanten las restricciones financieras, las ventas y los márgenes de Gamesa seguirán sufriendo. Las perspectivas por ahora no son por tanto muy halagüeñas.
Cotización en el momento del análisis: 11,80 EUR