Al borde del precipicio
El grupo ha recibido finalmente la ayuda del Estado. Pero ante al ausencia de rebote de las ventas a corto plazo, su supervivencia pende de un hilo. Acción cara. Venda.
Al borde de la quiebra, el fabricante americano recibió a finales de 2008 4.000 millones de dólares de ayuda del Estado y este mes recibirá otro préstamo de 5.400 millones. Estas cantidades deberían permitirle continuar con su reestructuración. ¿Pero bastará para sacarle del atolladero? No está nada claro, ya que estas ayudas vienen acompañadas de fuertes condiciones: antes del 31 de marzo, el grupo tendrá que demostrar que está en camino de volver a la senda de la rentabilidad a largo plazo. Si no lo hace, tendrá que devolver las ayudas concedidas. Un objetivo difícil de alcanzar, dada la incapacidad del grupo para llevar a cabo anteriores reestructuraciones.
Mientras tanto, General Motors ha visto cómo sus ventas de diciembre en EE UU se desplomaban un 31%; y no se espera ningún rebote de la demanda a corto plazo. Sus cuentas seguirán ampliamente en números rojos, pese a la reducción de costes, y el riesgo de no poder hacer frente a sus pagos sigue siendo muy elevado. Aunque el grupo consiguiera evitar la quiebra más allá del 31 de marzo, sería a costa de duras negociaciones con sus acreedores para canjear parte de la deuda por acciones de la compañía, con la consiguiente fuerte dilución del beneficio para los actuales accionistas.
Cotización en el momento del análisis: 3,92 USD