Perspectivas desalentadoras
Tras cerrar con éxito la renegociación de su deuda con los bancos (ha conseguido aplazar el pago de los préstamos), la compañía respira algo aliviada. Pero las perspectivas económicas y del sector no invitan a pensar en una sustancial mejoría de sus cuentas a corto plazo. Acción muy cara y muy arriesgada. Venda.
La inmobiliaria atraviesa por una complicada situación: las pérdidas se han multiplicado por 5,5 en el tercer trimestre (hasta - 1,3 euros por acción). Un pésimo resultado consecuencia de la fuerte caída del precio de sus activos (inmuebles…). Pese a la delicada situación del negocio de promoción de viviendas, la compañía ha conseguido mantener su cifra de ventas y, sorprendentemente dada la coyuntura actual, ha incrementado sus ventas comerciales (+7%). Sin embargo, la cartera de contratos pendientes de liquidar ha retrocedido un 23%, lo que pone de manifiesto que las ventas de los próximos años seguirán recortándose.
Las medidas para hacer frente a esta difícil situación en los próximos años no se han hecho esperar: mayor control del gasto; reducción de las promociones; mayor peso del negocio de alquileres; y venta de suelo (el principal activo de la compañía) y de patrimonio - para cubrir las necesidades financieras. Pero la caída de los precios y la ausencia de compradores no facilitarán, ni mucho menos, estas ventas.
Cotización en el momento del análisis: 6,24 EUR