Fuertes fluctuaciones
La compañía está bien posicionada para afrontar los retos del sector (movimientos corporativos, impulso energías renovables…) y sigue siendo un bocado apetitoso. La acción, incluida en nuestra cartera modelo, nos parece correctamente valorada. Mantenga.
Desde nuestro último análisis a mediados de noviembre, la cotización llegó a desplomarse más de un 30%. ¿Alguna razón para ello? Creemos que no. La venta en bolsa de parte de su filial de energías renovables - a un precio a nuestro juicio elevado – fue todo un éxito para la compañía y el proceso para la adquisición de la estadounidense Energy East va por buen camino. Las mayores presiones del negocio en España (subidas de las tarifas por debajo de lo esperado por el sector) se verá contrarrestado por su diversificación en EE UU y Reino Unido, donde se prevé una nueva oleada de inversiones en generación (energía nuclear, renovables…). La nueva directiva europea impulsará claramente las energías renovables: sus participadas Iberdrola Renovables (80% del capital) y Gamesa (24%) sacarán buen provecho de ello.
Además, vuelven los rumores (desmentidos por los implicados) sobre movimientos en su accionariado: ACS podría haber comprado otro 5% de Iberdrola y el gigante francés EDF un 3,7% como paso previo a una OPA (oferta de compra) conjunta sobre Iberdrola.
Cotización en el momento del análisis: 10,18 EUR