Futuro incierto
Pese a la mejoría de sus resultados y los frutos a medio plazo de su plan de reestructuración seguimos sin confiar en el futuro de la compañía. El negocio de la química básica sigue sufriendo las consecuencias del alza del precio de las materias primas (petróleo, electricidad, etc.) y de la posible desaceleración económica. La acción nos parece además cara. Venda.
Los resultados del tercer trimestre (con una pérdida de 0,03 euros por acción) siguen lastrados por los gastos del proceso de reestructuración iniciado por la compañía (despidos, cierre de plantas, etc.). En el lado positivo hay que destacar la mejora de los márgenes, al igual que en el trimestre anterior, y ello a pesar del incremento de los precios de las materias primas (gas, electricidad). La razón hay que buscarla en el aumento de las ventas y en una estructura productiva más eficiente. Por su parte, la deuda de la compañía se ha reducido notablemente, gracias al dinero recaudado en la última ampliación de capital. Parece que las medidas emprendidas por Ercros empiezan a dar sus frutos, aunque aún queda mucho camino por andar (la reestructuración aún no está finalizada). Además, la difícil coyuntura económica (desaceleración del crecimiento económico) tampoco ayuda mucho a una química del escaso tamaño y la poca especialización de Ercros, sobre todo si la comparamos con sus competidores europeos.
Cotización en el momento del análisis: 0,40 EUR