Perspectivas menos boyantes
A pesar de la buena gestión y del buen trato al accionista (la compañía distribuye cerca del 100% del beneficio entre sus accionistas), las perspectivas de ralentización del sector de la construcción acabarán penalizando sus resultados. Tras el duro castigo de las últimas semanas, la cotización aún nos parece cara. Venda.
En los seis primeros meses del ejercicio el beneficio de la compañía ha aumentado un 81,5%, gracias sobre todo a las plusvalías obtenidas con la venta de una de sus fábricas (unos 0,17 euros por acción). Sin tener en cuenta esta operación puntual, el crecimiento del beneficio corriente se reduce considerablemente hasta situarse algo por encima del 10%.
Aunque tanto su cartera de nuevos contratos como los servicios de mantenimiento - estos últimos ya suponen más del 65% de las ventas del grupo – siguen creciendo, la compañía empiezan a sentir los primeros síntomas de desaceleración en la construcción de viviendas. El desarrollo de algunos proyectos puntuales (la Torre Repsol en el caso de las nuevas instalaciones) o el paulatino y constante aumento de los nuevos contratos de mantenimiento (+3,4% en el número de unidades) no creemos que compense la desaceleración del ritmo de crecimiento de la construcción de viviendas prevista para los próximos años.
Cotización en el momento del análisis: 21,97 EUR