Un gigante frágil
Por segundo año consecutivo, Vodafone
podría presentar unos resultados anuales (cierra el ejercicio el 31/3/07) en
números rojos. Sin embargo, no vemos motivos de alarma. El giro estratégico
(geográfico y tecnológico) de la compañía nos parece acertado y acabará dando
sus frutos. Acción barata, incluida en nuestra cartera.
Compre (ISIN: GB00B16GWD56).
Vodafone es una de las operadoras de referencia en el sector de la telefonía móvil. Presente en 24 países, el grupo británico es el segundo operador mundial, por detrás de China Mobile, con cerca de 200 millones de clientes. Controla asimismo el 44,4% de Verizon Wireless, segundo operador móvil en EE UU. El crecimiento de las ventas y de los beneficios se ha ralentizado en los últimos años. ¿El motivo? Primero, un posicionamiento geográfico del grupo demasiado centrado en mercados maduros (con el europeo, con escaso crecimiento) en los que las tasas de penetración son altas. En ellos, el grupo se ve obligado a gastar más para atraer nuevos abonados (incluso para retenerlos), lo que pone los márgenes bajo presión. Segundo, el sector de la telefonía móvil está enfrascado en un proceso de evoluciones tecnológicas y reglamentarias. Hay que resaltar la decidida voluntad de las autoridades europeas o nacionales de imponer rebajas de tarifas, sobre todo en interconexiones entre redes fijas y móviles o en el roaming (llamadas desde el extranjero). Medidas éstas que también lastran los márgenes. Por último, la aparición del Wifi o del Wimax (de mayor alcance) que permiten telefonear o navegar por Internet con el móvil utilizando también una red fija, principalmente la de su domicilio en el caso del Wifi, y que podrían hacer la competencia a sus nuevos servicios de telefonía 3G, un negocio por cierto que exige inversiones muy costosas.
Giro estratégico
La compañía llevó a cabo en 2006 un cambio de rumbo enérgico. Por un lado, se ha desprendido de aquellos negocios maduros para los que no tenía ni el tamaño ni el control adecuados, en beneficio de operaciones en regiones emergentes con mayor potencial de crecimiento. La idea nos parece atractiva, siempre y cuando las operaciones no se realicen a cualquier precio. Y Vodafone parece haber aprendido la lección. Su adquisición en Turquía se llevó a cabo a un precio correcto, visto el muy buen rendimiento de 2006. Del mismo modo, aunque aún tenemos algunas dudas sobre el precio pagado por su última adquisición en India, el riesgo nos parece limitado, habida cuenta de la buena rentabilidad de la adquisición y del tamaño de la operación en comparación con el grupo. Por último, la actividad en Japón se ha vendido a buen precio y el producto de la venta se ha distribuido en forma de dividendo extraordinario (15,65 peniques por acción), lo que nos hace pensar que la compañía desea mostrarse a partir de ahora más generosa con sus accionistas y que la estrategia de adquisiciones no será demasiado agresiva. En el campo tecnológico, el grupo también ha realizado un giro importante abandonando la estrategia de jugador puro en telefonía móvil y combinando ahora ofertas de telefonía fija y móvil.
Bazas de peso
El gran tamaño de Vodafone le permite disfrutar de una posición de fuerza a la hora de negociar acuerdos. Es el favorito p.ej., para convertirse en el proveedor en Europa de los nuevos móviles de Appel (IPhone). Y sigue estando bien situado para repartirse los futuros ingresos publicitarios procedentes del auge de Internet para móviles con gigantes como Yahoo! y Google. Además, la telefonía móvil 3G, de la que Vodafone es el líder mundial con su portal Vodafone Live!, aún presenta en nuestra opinión un futuro alentador. Aparte de los servicios multimedia (música, juegos, TV), las tecnologías 3G y 3,5G ofrecen nuevas posibilidades: móviles utilizados como tarjetas de identificación para el transporte, para envío de dinero a través de SMS... En fin, el importante tamaño de Vodafone y su presencia en numerosos países le proporciona una base de bajos costes (una ventaja cuando se endurecen las reglamentaciones) y una marca fuerte (que fideliza a los clientes). Estos elementos combinados con un muy buen control de costes, le han permitido limitar la presión sobre la rentabilidad, superior a la de algunos operadores históricos.
Nuestro consejo
El posicionamiento de Vodafone en mercados maduros, así como el desarrollo tecnológico y reglamentario, debilitan a la compañía. Sin embargo, posee numerosas bazas a su favor y ha emprendido una estrategia acertada (reposicionamiento geográfico y tecnológico), aderezado todo ello con una política de adquisiciones no demasiado agresiva. Aun con dificultad, los resultados van por el buen camino. Para el ejercicio 2006/07, aparte de la pérdida debida a reducciones de valor, la caída de la rentabilidad debería controlarse y las ventas (en datos comparables) podrían crecer por encima del 6%, claramente superior a la media del sector. Estimamos un beneficio por acción de 11,23 peniques para 2006/07 y de 11,72 peniques para 2007/08. La cotización actual refleja sobradamente las debilidades del grupo: la acción nos parece barata. Además, la rentabilidad por dividendo debería superar el 5% en 2007. Compre.
Cotización en el momento del análisis: 143,10 peniques