Scottish Power le otorga el liderazgo en energías limpias
Iberdrola, segunda eléctrica española, se convertirá, tras su próxima fusión con la británica Scottish Power, en una de las más importantes compañías del sector en Europa. Su liderazgo en las energías “limpias” y la compra de participaciones por parte de sus principales accionistas le auguran un futuro alentador. Acción correcta e incluida en nuestra cartera de acciones. Manténgala.
De compras por las Islas
La próxima liberalización del sector eléctrico en Europa (vea D15 nº 357, págs. 12-13) ha suscitado numerosos rumores y movimientos corporativos entre las empresas del sector. Una de esas operaciones es la fusión amistosa entre Iberdrola y Scottish Power, prevista para finales de abril (a finales de marzo se celebrarán las juntas de accionistas de ambas compañías que deberán aprobar la operación). La nueva empresa será la tercera eléctrica europea por capitalización bursátil y tendrá una posición privilegiada, además de en España y el Reino Unido, en Europa Central y en EE UU. Asimismo, el nuevo grupo será el líder mundial en energías renovables.
De presa a cazador
Iberdrola ha sido durante años la “novia” más deseada de todo el sector eléctrico español. La llegada de un nuevo equipo directivo a la compañía y el momento que vive el sector en España (OPA sobre Endesa, movimientos accionariales) han culminado con la fusión con Scottish Power.
La nueva empresa tendrá un sistema de generación eléctrica más equilibrado (Scottish aporta carbón y energía nuclear) y sobre todo una mayor diversificación de sus ingresos: el 58% de los beneficios (EBITDA) se generará en España, un 29% en el Reino Unido, un 10% en Latinoamérica y un 3% en EE UU. Además, gracias a su mayor tamaño, ganará en capacidad de compra lo que le permitirá obtener mejores precios y mayores márgenes en la compra de combustibles y suministros. También gana “músculo” financiero, algo muy necesario en un sector con grandes necesidades de inversión previstas para los próximos años - fuerte crecimiento de la demanda energética – o para afrontar eventuales adquisiciones en el futuro. Por último, la experiencia de Scottish Power en actividades de almacenamiento de gas le abrirá nuevas posibilidades de negocio y nuevas vías de crecimiento en Latinoamérica.
La joya, las energías renovables
La nueva compañía creará el líder mundial en energías renovables (16,5% de su capacidad de generación). La presencia de Scottish Power en EE UU (donde es el nº 2 en este tipo de generación) le servirá de base para aprovecharse del tirón previsto para este tipo de energía en aquel país. También juega a su favor la experiencia de Iberdrola en este negocio, a través de su participada Gamesa (uno de los líderes mundiales en la fabricación e instalación de aerogeneradores) con implantación asimismo en EE UU.
El interés de los inversores institucionales por el “mercado verde de la energía” es creciente. El lanzamiento de índices como el Merril Lynch Renewable Energy, en el que Iberdrola pesa un 20%, impulsará la inversión de fondos de inversión en la sociedad.
Movimientos accionariales
La fusión entre ambas empresas se producirá mediante un intercambio de acciones combinado con un pago en efectivo. Así pues, los inversores ingleses controlarán el 21,4% de las acciones de la nueva empresa. No obstante, el primer accionista individual será la constructora española ACS (12% del actual capital de Iberdrola, comprado a un precio medio de 36,6 euros por acción) y que posee también el 40% de Unión Fenosa (3ª eléctrica española). La constructora no renuncia a aumentar su participación en Iberdrola, dada su nueva apuesta por el negocio energético. Sin embargo, el actual equipo directivo de Iberdrola parece no apostar de momento por esta opción: prefiere crear un núcleo de accionistas estables e independientes. Así, en las últimas semanas hemos conocido la entrada de nuevos inversores en el capital de Iberdrola (Alicia Koplowitz 2,5%; la inmobiliaria Osuna 1%; Luis Portillo 1%; Arregui 1,9%) contrarrestando así el peso de ACS.
IBERDROLA (l. gruesa, base 100) Y EL SECTOR ELÉCTRICO EUROPEO
La evolución de Iberdrola ha sido muy parecida a la de sus homólogas europeas. Acción correcta. Puede mantener a largo plazo.
Perspectivas halagüeñas
Desde el anuncio de fusión con Scottish Power, la cotización de Iberdrola se ha resentido algo. Aunque estratégicamente la operación tiene sentido, el precio pagado resulta algo caro y el ahorro de costes no será muy importante (ambas compañías seguirán operando de forma independiente), salvo en áreas concretas (renovables, compras, etc.). Ahora bien, con la incorporación de la escocesa la española quedará bajo la supervisión de las autoridades comunitarias, lo que podría facilitar las cosas ante eventuales movimientos corporativos en un futuro.
Mientras tanto, el beneficio de Iberdrola en 2006 aumentó un 20% (hasta los 1,84 euros por acción), gracias a la mayor capacidad de producción y al impulso del negocio internacional. A los precios actuales y con una visión de largo plazo la acción nos parece correcta. Manténgala en cartera. Incluso el especulador podría verse tentado a invertir a corto plazo (por debajo de 35,5 euros), atraído por los movimientos accionariales de la compañía que servirían de estímulo a la cotización.
Cotización en el momento del análisis: 34,50 EUR