El incremento del coste del carburante hunde sus resultados
Muchas incertidumbres planean sobre la compañía aérea. Acción cara. Véndala.
Iberia es la principal línea aérea del país y es el líder mundial en el transporte de pasajeros entre Europa y Latinoamérica. British Airways es su principal accionista (9% del capital).
El fuerte aumento del precio del petróleo (+72% desde principios de año) ha disparado los costes de combustible de la compañía en el tercer trimestre (+30,8%), lo que ha penalizado el resultado operativo (-23,5%), aunque las plusvalías obtenidas con la venta de su participación en Amadeus han disparado su beneficio neto (+171%). La imparable escalada del crudo ha vuelto a poner en jaque al sector: dos de las principales aerolíneas americanas se han declarado en suspensión de pagos. Por si fuera poco, las líneas aéreas de bajo coste siguen ganando terreno y otro temible competidor como es el AVE podría estar operativo ya en 2007 (según las previsiones más optimistas). Todo ello ha trastocado los planes de la compañía para el periodo 2006-2008. Así, Iberia deja ahora de lado la expansión y se centra en la rentabilidad. Para ello, la dirección prevé adoptar una serie de medidas: reducción de personal, supresión de rutas no rentables, congelación salarial y renegociación de los contratos colectivos actuales, reducción de comisiones de venta, mayor peso de la clase bussines en sus ventas, más asientos por avión... Las compañía espera conseguir con estas medidas un ahorro total de entre 500 y 600 millones de euros en tres años, algo que el mercado ha aplaudido. Aunque el plan nos parece acertado, creemos que hay que andarse con cautela, ya que la puesta en marcha de estas medidas tendrá que superar aún numerosos obstáculos, siendo el principal la negativa de los sindicatos mayoritarios de Iberia a estas medidas.
Cotización en el momento del análisis: 2,15 EUR