Consejos para proteger sus inversiones ante la doble incertidumbre actual

En un entorno de doble incertidumbre, comercial y macroeconómica, conviene priorizar la flexibilidad, la diversificación y la protección del capital.
Un escenario que invita a reflexionar
Este primer semestre de 2025 está siendo un tanto intranquilo. Lejos de esa sólida recuperación que muchos anticipaban para este año, los mercados financieros se encuentran atrapados entre dos fuegos: por un lado, la amenaza de una guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea; por otro, las señales de desaceleración cada vez más preocupantes que emite la economía estadounidense, tradicional motor de crecimiento global.
Esta combinación de tensiones externas, desaceleración interna y decisiones políticas imprevisibles nos obliga a revisar nuestras estrategias de inversión con espíritu crítico y prudencia. No se trata de retirarse ni de congelar nuestras carteras, sino de adaptarlas a un entorno cambiante y potencialmente volátil. Para ayudarte en esta tarea, analizamos los dos principales focos de incertidumbre actuales, el frente europeo y el estadounidense, y le proponemos cinco líneas de actuación concretas, adaptables según su perfil de riesgo.
Europa: sin margen para errores
La chispa que ha encendido la tensión actual tiene nombre propio: Donald Trump. El pasado 23 de mayo, aburrido de la lenta marcha de las negociaciones con la UE, el presidente estadounidense anunció un arancel del 50% sobre determinados productos europeos, cuya entrada en vigor estaba prevista para el 1 de junio. Pero dos días más tarde decidió aplazar su aplicación al 9 de julio, en lo que puede interpretarse como un último aviso a Bruselas.
· Hasta ahora, la respuesta europea ha sido contenida. La Comisión ha evitado entrar en una escalada verbal o sancionadora, y ha mantenido abierta la puerta al diálogo. Pero esta estrategia de apaciguamiento tiene sus límites. Mientras se aplica un arancel general del 10% a los productos que llegan a los EE. UU. desde la Unión Europea y sectores como el acero, el aluminio o el automóvil ya soportan tasas superiores, del 25%. La UE sigue confiando en alcanzar un compromiso global, incluso abriendo su mercado a ciertas importaciones americanas, como el gas o productos agrícolas. Esta contención, sin embargo, no elimina el riesgo de un deterioro brusco del comercio transatlántico, que representa una fuente vital de ingresos para muchas empresas europeas. A diferencia de los productos chinos, más difíciles de sustituir a corto plazo, muchas de las exportaciones europeas pueden ser reemplazadas por alternativas locales estadounidenses o de otros orígenes. El riesgo es, por tanto, muy real: una pérdida de cuota de mercado duradera en sectores clave para el PIB europeo.
· Y por si fuera poco, la economía europea comienza a mostrar signos de fatiga. El crecimiento del 0,3% en el primer trimestre fue alentador, pero en mayo la actividad privada ha vuelto a contraerse, especialmente en el sector servicios. El impulso puntual del sector industrial, alimentado por compras anticipadas desde EE. UU, no oculta la realidad: el consumo interno europeo pierde fuerza, la confianza se debilita y los riesgos comerciales presionan a la baja.
EE.UU: ¿el principio del enfriamiento?
En el primer trimestre del año el PIB estadounidense se contrajo un 0,3%, y la rebaja de la calificación crediticia por parte de Moody’s (de AAA hasta Aa1) es una señal más de debilidad estructural. Si el segundo trimestre también se cierra en rojo, dato que conoceremos a finales de julio, los Estados Unidos entrarán técnicamente en recesión. Los más agoreros llegan a hablar incluso de estanflación con un escenario en el que los aranceles elevan precios y la actividad no repunta. Un escenario de estanflación (inflación alta y crecimiento débil) que, por poco probable que sea, no puede descartarse por completo.
Movimientos en su cartera en este escenario… si quiere menos riesgo
En un entorno de doble incertidumbre, comercial y macroeconómica, conviene priorizar la flexibilidad, la diversificación y la protección del capital. Especialmente para aquellos que buscan pasar un verano algo más tranquilo, aunque ello suponga dejar pasar un rebote al alza si en lugar de empeorar el escenario este mejora (paz en Ucrania, acuerdo arancelario… que también son posibles). Estas son nuestras recomendaciones clave cuyos detalles están reservados para los socios de OCU Inversiones. Si quiere acceder a ellas, haga clic en el botón de abajo
1. Reducir peso en lo más expuesto a EE.UU. y al crecimiento
2. Buscar refugio en sectores defensivos y economías con impulso
3. Mantener una exposición selectiva a EE. UU. pese al ruido
4. Mantener una reserva de liquidez para aprovechar oportunidades
5. Una prudencia y anticipación