Unas pautas en función del ciclo vital de cada uno
Las reglas que rigen toda inversión no suelen depender de la edad de quien las emprende. Ahora bien, ni todas las inversiones tienen el mismo horizonte de maduración, ni las necesidades de quien las aborda - por la simple evolución del ciclo vital- son comunes. De ahí que las pautas para invertir pueden tener sus peculiaridades en función de en qué momento de ese ciclo vital se encuentre cada uno. Algo que creemos puede entenderse mejor si lo explicamos con algunos ejemplos en torno a las personas con menos de 40 años, las de entre 40 y 50, aquellas de entre 50 a 60 -que abordamos a continuación- y las que sobrepasan esta edad.
Entre los 50 y los 60 años
Ha llegado a esa etapa en la que piensa en consolidar su nivel de vida, tiene un cierto volumen de ahorro acumulado y cuenta con la capacidad para seguir ahorrando.
Suma y sigue
Aquellos que han sobrepasado los 50 años no debieran invertir de forma muy diferente de cuando tenían 40 años, y probablemente sean estos años su última oportunidad para emprender esas inversiones que pueden reportarle grandes beneficios. Los consejos que le hemos dado en páginas anteriores le serán de completa validez, aunque conforme avance el tiempo -y esté cerca o sobrepase los 60 años- algunos de sus seguros ya no serán tan necesarios, y puede que busque posiciones más conservadoras para una mayor parte de su dinero, sencillamente porque ya no tolerará de igual manera el riesgo que cuando era joven, y no es que usted sea raro es que la biología le empuja a ello.
Su esperanza de vida es muy larga
En promedio, a los 50 años todavía puede esperar una vida larga. En España, un hombre a la edad de cincuenta años tiene todavía una esperanza de vida de 31 años y una mujer de 36. Un periodo todavía lo suficientemente largo como para poder emprender las inversiones que le plazcan sin preocuparse de que estas no alcancen su plazo ideal de maduración, plazo que en general ronda los 5 años para las estrategias más conservadoras, los 10 para las equilibradas, y más de 10 años para las que se concentran en acciones. Consulte nuestras estrategias de inversión.
• No tema por tanto en seguir destinando una parte preponderante de su dinero a las acciones. Y es que una gran parte de ese dinero no lo utilizará antes de veinte años, o incluso, puede que esté pensando en no tocarlo y dejarlo en herencia (vea Cómo invertir con más de 60 años).
Fondos sí, inversión directa también
Los fondos, siempre que sean interesantes (consúltelos en nuestro comparador de fondos y ETF), pueden seguir siendo elemento mollar de su cartera. Con ellos podrá ir adaptando su estrategia, si cambia por ejemplo su perfil de riesgo a otro más conservador, ordenando simplemente para ello un traspaso entre fondos y evitando así el zarpazo del Fisco con lo que no deberá tributar por el cambio. Ahora bien, pensamos que ya no tendrá problemas con el montante mínimo de las inversiones y su dinero disponible debiera ser suficiente para cualquier elección. Por ello es una edad ideal para abordar la inversión directa y comprar acciones, obligaciones en las subastas del Tesoro para ese dinero que quiera amarrar al rendimiento que estas ofrecen, e invertir en ETF (fondos cotizados).
• Con los ETF podrá abordarnichos específicos de futuro como el del mundo agrícola, la robótica, el agua o la energía verde sin preocuparse mucho por el acierto en las acciones concretas ya que su gestión pasiva suele replicar todo el nicho. Eso sí, al comprarse como acciones extranjeras (cotizan en Alemania, Londres…) tenga cuidado en elegir un intermediario económico para ello y especialmente que luego no le cobre costes por su custodia como hace banco BiG para los socios de OCU.
Los seguros empiezan a ser caros
La cobertura de los seguros que eran tan interesantes a los treinta o cuarenta años empiezan a ver despegar sus primas sin que sus coberturas aumenten, sencillamente porque el riesgo que asume la aseguradora es mayor. Así, antes de hacer o renovar una póliza, es conveniente ver cuál es su coste y si realmente hay necesidad de ella.
Y muchos pensarán en la jubilación
A esta edad empieza a sentirse el retiro cada vez más cerca. Los autónomos que puedan elegir su base de cotización no encontrarán un destino mejor para su dinero que el aumento de esta (consulte nuestra guía de la Seguridad Social). Y si usted trabaja por cuenta ajena, las aportaciones a planes de pensiones con bajos costes y bien gestionados como el PP Asociado de OCU son un destino bastante recomendable.