Seguros de ahorro: que el nombre no le confunda
El nombre de algunos productos puede llevarnos a malos entendidos. Cuando hablamos de seguros de ahorro, productos pensados para los
más conservadores, puede parecer que se trata de productos “seguros” al ofrecer un rendimiento fijo. En estos, el asegurado se compromete a realizar una aportación única o periódica. Por su parte, la compañía aseguradora se obliga a pagar el interés pactado en el plazo estipulado. El componente de seguro viene por la incorporación de una cobertura en caso de fallecimiento del asegurado, que suele ser una cantidad pequeña -entre 300 y 600 euros según nuestros últimos estudios- adicional al capital aportado más los intereses generados hasta ese momento. A vista de pájaro comparten similitudes con los depósitos a plazo, de ahí que incluyamos algunos de ellos en el
comparador de depósitos de nuestra web. Pero
¿son seguros de verdad? ¿Se puede perder dinero con ellos?
Sí, se pueden obtener pérdidas
En efecto. En los seguros de ahorro garantizados por ejemplo, donde el rendimiento está pactado como en los depósitos, usted obtendrá el capital aportado más los intereses (descontados los costes), pero siempre y cuando mantenga la inversión hasta su vencimiento. De no ser así y tenga que echar mano de ese dinero porque le haya surgido algún imprevisto o simplemente porque desee rescartarlo para invertirlo en otro producto mucho más rentable -así lo aconsejamos nosotros hacer en octubre del año pasado con el AhorraPlan Personal a cinco años de HNA ante la cortísima rentabilidad que estaba ofreciendo-, en general usted va a poder solicitar la cancelación total o parcial del seguro (salvo en el caso de los SIALP que solo permiten la cancelación total).
• En el momento de la contratación de un seguro con rendimiento predeterminado la compañía le habrá proporcionado una tabla con los valores de rescate. En esta se especifican los montantes a recuperar (antes de la retención fiscal a cuenta del IRPF, en caso de implicar ganancias) y los momentos en que estos rescates pueden realizarse. La tabla empezará a ofrecer valores de rescate, como muy tarde, tras un año desde la contratación, es decir, pagada la segunda anualidad. No obstante, lo habitual es que las aseguradoras perm-tan rescatarlo una vez cumplidos los tres primeros meses desde la contratación, como es el caso de viejos conocidos como el Flexiplan y Flexiahorra al plazo de un año de HNA.
• Lo normal es que si rescata antes del vencimiento los intereses se vean mermados por las penalizaciones.
• Incluso en aquellos casos en los que se indica que se permite la recuperación total del capital invertido antes de vencimiento, tenga en cuenta que esto no es completamente cierto ya que le descontarán la prima del seguro de vida incorporado. En otras palabras, desde el inicio usted no invierte todo el dinero aportado, sino que una parte pequeña “se pierde” en el pago de esa prima. Esta se paga anualmente en función de la edad del asegurado y va escalando conforme vaya cumpliendo años. Además, cuanto mayor sea la indemnización, más dinero se comerá la prima, de ahí que la cantidad a recibir en caso de fallecimiento sea escasa si desea cubrir dicha contingencia.
Unit linked: usted asume el riesgo
Los
unit linked son un tipo de seguro donde la rentabilidad a obtener está vinculada a la evolución de
una cesta de valores (fondos, acciones, obligaciones etc.) y el asegurado asume todo el riesgo de la inversión. ¿Esto qué implica? En este caso no se garantiza ningún valor, es decir, en el momento del rescate, dependiendo de la evolución de dichas inversiones,
puede llegar a recuperar una cantidad menor a la aportada, descontando los costes propios del producto y, como en todos los seguros, los gastos de la cobertura por fallecimiento,
• También debe tener en cuenta que aunque en este caso no se garantizan valores, sí marcan una
fecha mínima a partir de la cual puede hacerse el rescate; habitualmente no suele ser superior a los tres meses desde la fecha de efecto de la póliza.
• Ándese por lo tanto con mucho ojo con ciertos de estos seguros unit linked que, referenciados a un índice bursátil y con plazo prefijado, dan la impresión de encerrar menos riesgo del que tienen. Así sucedió p.ej. con el
Rendimiento Activo VI comercializado por Mapfre que, con vencimiento a un año sin poder ser rescatado anticipadamente, ofrecía un rendimiento vinculado a la evolución del sector bancario europeo. Pese a ser comercializado en su día como una alternativa a los depósitos,
nosotros le advertimos en su día del elevado riesgo de perder dinero con este producto complejo referenciado a un sector como el bancario que por aquel entonces todavía presentaba a nuestro juicio un elevado riesgo: según nuestras estimaciones, en una de cada diez veces usted cosecharía pérdidas. Y no nos faltó razón: al cabo de un año finalmente se saldó con ¡una pérdida del -27%!
Sin cobertura
Al contrario de lo que sucede con los depósitos bancarios, que cuentan con el respaldo de esos 100.000 euros por titular que cubre el FGD -Fondo de Garantía de Depósitos- en caso de que la entidad no pudiera devolverle el dinero, de los seguros de ahorro y del resto de productos de las aseguradoras (como planes de jubilación, planes de previsión asegurados o planes de inversión de ahorro sistemático)
solo responde la solvencia de la propia aseguradora que los emite en caso de que esta no contase con los recursos suficientes para pagarle.
Si su aseguradora quiebra...
Aunque es una situación improbable, no queda totalmente descartada. Si esto sucediera, usted pasaría a formar parte de la lista de acreedores. Es cierto que el Consorcio de Compensación de Se guros (CCS) podría entrar en acción y adelantarle el dinero que pudiera corresponderle en el proceso de liquidación, evitando el largo proceso, pero no lo es menos que asumiendo seguramente una pérdida por su parte. De ahí que cuando se trata de invertir en un producto de una aseguradora, la solvencia de la entidad, al contrario de lo que sucede con los depósitos bancarios, comparte protagonismo con la oferta económica del producto en cuestión.
El Consorcio de Compensación de Seguros
El CCS es la entidad pública encargada de la liquidación de entidades aseguradoras con domicilio social en España. Su mecanismo se basa en la compra del crédito a los acreedores de las aseguradoras en liquidación, es decir, aquellos que disponían de un seguro con la compañía en el momento de entrar en quiebra. En el momento que le compra el crédito al acreedor, es el CCS quien pasa a ser acreedor de la aseguradora. Se financia a través de la aportación por parte de las aseguradoras del 0,015% de las primas de los seguros distintos del seguro de crédito.
El margen de solvencia
¿Y cómo podemos saber si una aseguradora es solvente o tiene problemas financieros? Un buen indicador es su margen de solvencia al mostrar el porcentaje de recursos propios con los que cuenta la entidad para cubrir pérdidas significativas que le pudieran llevar a la quiebra. Es un indicador fiable que debe ser superior a 100% y fácilmente com-parable, ya que se calcula para cada entidad en función de los compromisos y riesgos asumidos.
• Si bien es importante el último dato de solvencia, también lo es la evolución del margen en el tiempo para ver si se está deteriorando su situación de solvencia con los años o, por el contrario, engrosa más el porcentaje de fondos propios para cubrir estas necesidades. Razón por la que incluimos los referidos a 2020 y 2021 junto a los de 2022.
SOLVENCIA DE LAS ASEGURADORAS
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Entidad
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Margen de solvencia
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2022
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2021
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2020
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Mutua Madrileña
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309%
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289%
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304%
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HNA
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300%
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350%
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275%
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Santalucía
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255%
|
210%
|
172%
|
FIACT
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247%
|
247%
|
228%
|
Catalana Occid.
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247%
|
270%
|
218%
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Pelayo
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240%
|
271%
|
254%
|
Media
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235%
|
220%
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211%
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Mapfre
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201%
|
206%
|
193%
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Caser
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197%
|
173%
|
169%
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Axa
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182%
|
160%
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168%
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Avanza Previsión
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152%
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213%
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207%
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Allianz
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134%
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158%
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189%
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PSN
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103%
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140%
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147%
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Margen de solvencia de acuerdo con la normativa Solvencia II de las principales aseguradoras que operan en España.
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