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Fin de las ayudas transporte público: OCU teme un aumento del uso del coche y más contaminación
13 jun. 2025La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) teme el próximo 1 de julio, cuando finalicen las actuales ayudas al transporte público del Gobierno (completadas por las de las comunidades autónomas), suponga la vuelta de miles de vehículos privados a las vías urbanas e interurbanas. El aumento del tráfico, del ruido, de los atascos y, por ende, de la contaminación en las ciudades, no solo se traducirá en un deterioro de la calidad de vida de los ciudadanos, también un incremento de la incidencia de las enfermedades de tipo respiratorio y cardiovascular, así como del cáncer de pulmón, advierte la Organización.
OCU recuerda que, según una reciente encuesta propia sobre movilidad a una muestra representativa de residentes en las provincias de Barcelona y de Madrid con edades entre 20 y 74 años, el uso del coche se redujo en la provincia catalana un 4% (del 69% al 65%) coincidiendo con la reducción del precio del billete y de los abonos del transporte público desde finales de 2022. Es verdad que en Madrid aumentó un 1% (del 72% al 73%), pero en esta provincia casi uno de cada dos conductores señala que carece de opciones prácticas al uso del coche; además, sus recorridos al trabajo suman 21 kilómetros de media (por los 15 km de quienes residen en Barcelona). Aun así, en Madrid aumentó desde 2022 un 10% el número de usuarios del transporte público y un 4% el número de transeúntes.
Y lo cierto es que los encuestados son claramente partidarios del transporte público: tres de cada cuatro residentes en las provincias de Barcelona y Madrid coinciden en afirmar que es la mejor forma de reducir el tráfico. Es más, la gran mayoría cree que el transporte público debe seguir mejorando: aspectos como la puntualidad y el estado de las infraestructuras apenas superan el aprobado. Una realidad de la que deberían tomar nota las autoridades municipales y autonómicas, porque el 70% de los conductores admite que cogería menos el coche si mejorara el servicio del transporte público.
En definitiva, OCU solicita a las administraciones que mantengan las ayudas al uso del transporte público, no solo para jóvenes y mayores. Pero también que apuesten decididamente por su desarrollo: se debe seguir trabajando en la mejora de su calidad y la extensión de la red, para que sea completa, continua, directa y segura, incluyendo también carriles bici separados y protegidos del resto de vehículos a motor.
El transporte público es la base de la movilidad sostenible, tal y como ya recogen las normativas municipales sobre zonas de bajas emisiones obligatorias en todas las ciudades de más de 50.000 habitantes. Y aunque las ayudas para sustituir los vehículos privados con motor de combustión por los eléctricos son importantes, no son suficientes ni viable para todos los ciudadanos. El desafío de la movilidad urbana futura debe priorizar el uso del transporte colectivo como lo son el metro, el tranvía y el autobús, así como las flotas de coches de movilidad compartida para situaciones puntuales; además de una movilidad activa y saludable, como la que representan la bicicleta y los trayectos a pie.
Esta información ha sido elaborada por un de equipo profesionales de OCU que, en colaboración con otras asociaciones europeas de consumidores y una red internacional de laboratorios independientes, analizan desde 1975 los principales productos y servicios de consumo. Su trabajo se sustenta en los principios de ahorro, calidad, eficiencia, sostenibilidad y transparencia, pero sobre todo en la independencia que le proporcionan sus más de 190.000 socios activos.
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