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OCU desaconseja la manicura rusa: la eliminación de la cutícula puede causar infecciones

21 nov. 2024
  • La manicura rusa implica el uso de una lima eléctrica o un torno para limpiar y limar la superficie de la uña, incluida la cutícula.
  • Aunque esta técnica alarga la duración del esmaltado, puede dañar la cutícula, reduciendo así su función como barrera protectora de la uña.
  • Información ampliada sobre los riesgos de la manicura rusa.

La cutícula de las uñas no debe recortarse y menos aún eliminarse. De hacerlo, se estará suprimiendo la barrera natural que protege el nacimiento de la uña frente a los patógenos, advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

 

La manicura rusa es un tipo de manicura que está ganando popularidad en todo el mundo y que se caracteriza precisamente por limpiar y limar toda la superficie de la uña, incluida la cutícula, con el fin de alargar la superficie de la uña de cara a su esmaltado. En concreto, se levantan, exfolian y recortan las cutículas con una lima eléctrica o un torno, extendiendo luego un esmalte lo más cerca posible del nacimiento de la uña.

 

Aunque la manicura rusa proporciona un aspecto muy limpio y profesional, tiene un mayor riesgo de infecciones que la manicura tradicional, ya que agrede a la cutícula que protege la uña. Según la Academia Americana de Dermatología esta técnica daña esta barrera natural y puede producir infecciones locales de bacterias y hongos, como la paroquinia, que se manifiesta con inflamación y dolor. Es más, podría derivar en una distrofia ungueal: una distorsión de la estructura de la uña, que se engrosa, decolora y debilita, formándose surcos o grietas, pudiendo incluso desprenderse.

 

En definitiva, el mensaje de que las cutículas son antiestéticas y que su eliminación es segura no es cierto y tiene riesgos. Las cutículas son una parte fundamental de la uña y sirven de barrera física para prevenir infecciones. Por eso, durante la manicura es mejor no tocar las cutículas ni limar la superficie de la uña, ya que se está dañando su barrera natural. Además, conviene asegurarse de que el personal esteriliza correctamente todos los instrumentos utilizados antes de iniciar el procedimiento.

 

Por último, OCU recomienda evitar en la medida de lo posible los esmaltes semipermanentes. Aunque duran entre dos y tres semanas incólumes, sin retoques y con un brillo excelente, contienen acrilatos, unas sustancias con elevada capacidad de producir reacciones alérgicas en la piel, como la dermatitis de contacto. Es más, este tipo de esmaltado también es agresivo con las uñas, ya que las reseca y puede favorecer la aparición de hongos.

 

Esta información ha sido elaborada por un de equipo profesionales de OCU que, en colaboración con otras asociaciones europeas de consumidores y una red internacional de laboratorios independientes, analizan desde 1975 los principales productos y servicios de consumo. Su trabajo se sustenta en los principios de ahorro, calidad, eficiencia, sostenibilidad y transparencia, pero sobre todo en la independencia que le proporcionan sus más de 190.000 socios activos.

 

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