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OCU denuncia la facilidad de los menores para acceder a locales de apuestas y alerta del riesgo
10 dic. 2018Desde que en 2011 se autorizó el juego online, el gasto en juegos y apuestas en internet y el número de usuarios no ha parado de crecer. Según la Dirección General de Ordenación del Juego, entre 2012 y 2017, el gasto en apuestas se ha multiplicado por 5, pasando de 1.380 a 7.538 millones de euros. También el número de páginas de juego online ha aumentado en poco tiempo, al igual que los salones de juego. En España ya hay autorizados casi 2.900 salones.
A pesar de que la Constitución y la Ley de Menor garantizan la protección de los menores, la Organización de Consumidores y Usuarios denuncia que en la práctica esto no siempre se cumple.
Para comprobarlo, OCU ha realizado un estudio sobre el terreno: dos adolescentes (uno menor y otro de 18 años), visitaron 36 locales de seis ciudades españolas (seis en cada una: Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla, Valencia y Zaragoza). En 15 de estos locales, los menores pudieron acceder sin ningún impedimento y en seis de ellos pudieron incluso apostar. De todas las ciudades visitadas, Madrid y Zaragoza fueron donde más trabas encontraron: solo pudieron acceder a un local en cada una de estas ciudades. En Valencia y Bilbao, en cambio, entraron en la mayoría de los locales y consiguieron apostar en tres de seis en el caso de Bilbao y en dos de seis en Valencia.
OCU realizó también la prueba en 27 páginas de apuestas on line. En el 100% de los casos, las plataformas digitales exigieron los datos personales para registrarse y el Sistema de Verificación de Identidad basado en datos del Ministerio del Interior, impidió el acceso. En 4 de las más conocidas (Bwin, Bet365, Codere y Luckia), tampoco fue posible acceder con una identidad falsa. Sin embargo, OCU advierte que sí es posible burlar los controles usando la identidad de otra persona mayor de edad, algo que resulta relativamente fácil de conseguir para cualquier menor.
El objetivo de este estudio ha sido realizar una instantánea de lo que puede suceder cualquier día en cualquier ciudad, pero para la Organización el resultado es preocupante: los menores no pueden jugar, pero lo hacen.
Para OCU, uno de los principales motivos por los que los jóvenes se sienten tan atraídos hacia el juego es porque la publicidad está omnipresente en muchos soportes, especialmente en internet. En 2017 se emitieron 2,7 millones de anuncios de juego online frente a 128.000 de 2013.
A través de este estudio, OCU ha comprobado que, al realizar una primera búsqueda en YouTube o en buscadores relacionada con fútbol, una de cada cuatro veces aparece publicidad de apuestas. Si se accede a una web deportiva, como As o Marca, este tipo de publicidad aparece en el 66% de las veces. Además, este tipo de publicidad suele estar protagonizada por ídolos del deporte o famosos, lo que la hace aún más atractiva para los jóvenes.
Según OCU, la combinación de la publicidad y de que los jóvenes tengan la posibilidad de jugar a su alcance, hacen que estos se sientan más atraídos hacia el juego, algo especialmente peligroso entre los menores ya que, iniciarse pronto en las apuestas aumenta el riesgo de desarrollar este tipo de adicción.
Así, una encuesta realizada en 2015 por la Dirección General de Ordenación del Juego, un organismo encargado del control del juego on line, concluyó que el 44% de las personas que se iniciaron en el juego con menos de 18 años desarrollaron juego patológico.
Según apunta OCU, entrar en un salón de juegos o apostar de vez en cuando no supone desarrollar un trastorno por juego, pero el riesgo de que eso acabe en una adicción al juego es real. De hecho, cuanto más accesible esté el juego y más expuesta se encuentre la persona, mayor es el riesgo de que desarrolle una adicción.
La Organización de Consumidores y Usuarios recomienda estar atento a los signos de alarma, que permiten detectar, ya sea en adolescentes o en adultos, si una persona tiene un problema de juego patológico. OCU recuerda que nos encontramos ante un caso de adicción al juego si:
- El jugador apuesta cada vez más dinero.
- Está irritado si no juega.
- Su mente está ocupada con las apuestas o maquinando cómo conseguir dinero.
- Acude a los demás para que le proporcionen dinero para jugar.
- Apuesta cuando se siente ansioso o deprimido, para dejar de sentirse así.
- Después de perder, vuelve para "recuperar", piensa que volverá a ganar.
- Miente para ocultar su grado de implicación con el juego.
- Ha arriesgado alguna relación importante, un empleo o carrera por el juego.
- Hace esfuerzos por dejar de jugar, pero sin conseguirlo.
Una moción respaldada en el Congreso por la mayoría de grupos parlamentarios ha instado al Gobierno a regular la publicidad y el acceso al juego. Para OCU, esa normativa debería incluir medidas como:
- Prohibir la publicidad, con medidas similares a las adoptadas contra el tabaco (como ya se está haciendo en Italia).
- Limitar la proliferación de salones, por ejemplo, exigiendo un mínimo de distancia entre ellos para evitar que proliferen.
- Dificultar el acceso a los salones. Impedir que se abran cerca de centros educativos, se exijan unos controles de acceso donde sea imprescindible probar la edad y no estar en la lista de autoprohibidos.
- Máquinas que pidan DNI. No debe permitirse el uso de máquinas en las que se puede apostar sin filtros de identidad. Según OCU, estas fueron las que facilitaron las apuestas de menores en su estudio.
- Emprender campañas de concienciación, dirigidas a padres, profesores y escolares.
Más información en este enlace: https://www.ocu.org/consumo-familia/derechos-consumidor/noticias/juego-apuestas-y-menores
Para más información (medios de comunicación): Eva Jiménez Tfno.: 91 722 60 61 - ejimenez@ocu.org www.ocu.org
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