Un escudo contra la incertidumbre
Hace unos días el Banco de España en su boletín de coyuntura económica hacía una llamada a la prudencia a los inversores al señalar que “los mercados financieros internacionales siguen exhibiendo valoraciones relativamente elevadas y primas de riesgo muy contenidas, lo que plantea la posibilidad de que puedan llegar a producirse episodios de correcciones bruscas en dichos mercados." Y ello en un contexto en el que la economía global se encuentra en un momento de inflexión. Los mercados, siempre atentos a las decisiones de las grandes potencias, han reaccionado con una fuerte volatilidad a los cambios en las políticas arancelarias de Estados Unidos que podrían redundar en un retorno de la inflación, generando incertidumbre respecto a la estabilidad financiera y dudas sobre el crecimiento mundial. En este contexto, donde las bolsas pueden seguir dando sustos y las obligaciones no están inmunizadas a una subida de tipos que haría caer su valor, los inversores buscan refugio y, una vez más, el oro se posiciona como un valor seguro.
La historia ha demostrado que en tiempos de crisis económica, inestabilidad política o inflación descontrolada, el oro se convierte en un activo de resguardo. Su valor no depende de la confianza en un gobierno o en una moneda, sino de su escasez y su papel histórico como reserva de riqueza. Los recientes vaivenes en las bolsas y la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y otras potencias han reavivado el interés por este metal precioso.
No se trata de abandonar otras opciones de inversión cuyo horizonte sea el largo plazo. Se trata de entender que para aquellos que no vayan a dormir tranquilos si sus carteras o fondos de acciones tropiezan, desprenderse de sus inversiones con más riesgo y dar cabida en sus carteras al metal amarillo puede ser un escudo contra la incertidumbre. Y hacer hueco al oro, siempre que sepa cómo, no requiere ni de un gran patrimonio ni de una caja fuerte con siete llaves. En nuestro dossier Invertir en oro y plata: todas las claves para diversificar su cartera le indicamos cómo dar en el clavo, evitando las opciones que, aunque más populares, son las menos interesantes para su bolsillo. Un dossier en el que también damos un repaso a la plata como metal precioso, por lo general al rebufo del metal amarillo.
Invertir con criterio es una responsabilidad. Y en tiempos en los que el futuro se vuelve difuso, apostar por lo seguro no es una opción conservadora, sino una decisión estratégica.