Análisis

Índice de confianza de los inversores, vacas flacas por venir

Tanto el Metavlor Global como el Dividendo  ya no siguen ninguna de nuestras estrategias y dejarán de tener una retrocesión especial.

Según nuestro último índice de confianza correspondiente a diciembre de 2022, los inversores ven el futuro con mayor pesimismo.

Publicado el  28 diciembre 2022
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Tanto el Metavlor Global como el Dividendo  ya no siguen ninguna de nuestras estrategias y dejarán de tener una retrocesión especial.

Según nuestro último índice de confianza correspondiente a diciembre de 2022, los inversores ven el futuro con mayor pesimismo.

La guerra en Europa, la inflación y las perspectivas de menor crecimiento hicieron que el ánimo de los inversores decayera en 2022 y se impusiera la prudencia.

Campanas de recesión

En 2022 la guerra en Ucrania puso en jaque el suministro de gas en Europa, disparando aún más los precios energéticos, por no hablar de las materias primas y alimentos. Ante este contexto, las perspectivas de recuperación se esfumaron pronto y empezaron a sonar campanas de recesión. Algo que se ha mantenido en la mente de los inversores a lo largo del año, haciendo que anduvieran cabizbajos y expectantes a cualquier signo de esperanza. Así, lo refleja nuestro índice de confianza de los inversores, donde casi todos los indicadores cierran el año manteniéndose en la zona del pesimismo – es decir, por debajo de los 100 puntos, frontera que divide el sentimiento negativo del optimismo –; si bien algunos mejoraron respecto al trimestre anterior.

Los hogares ven peligrar los ingresos

A lo largo de 2022 ha habido un desgaste paulatino de la confianza de las familias españolas en su situación financiera para los siguientes 12 meses. Tanto es así, que este claro deterioro ha dejado uno de los datos más bajos de nuestro barómetro en veinte años (72,7 puntos), cuando se les pregunta por este aspecto. Y es que solo cerca de un 15% de los encuestados confía en que su situación financiera será mejor en 2023. Por el contrario, más de la mitad (56%) cree que sus cuentas empeorarán en los próximos 12 meses.

· Con las bolsas castigadas en buena parte del año los inversores vieron con algo de recelo la inversión en acciones trimestre tras trimestre, terminando el año en terreno neutral, si bien a finales de año franquearon ligeramente la barrera al lado positivo (103,51 puntos frente 97,3 en el tercer trimestre). Es más, quienes piensan mantener sus acciones alcanzan el 67% frente al 60% de hace un año; un aumento que puede significar el reconocimiento de que es una vía para lograr mayores rendimientos en tiempos de incertidumbre como este, aunque sea a costa de soportar altibajos. En cuanto a quienes piensan aumentar su apuesta por las acciones, representan un 19,7%; cifra ligeramente por debajo a la alcanzada en diciembre de 2021 (20,7 puntos).

Pocas ganas de invertir

Los altibajos en los mercados han ido marcando también el sentimiento de los inversores durante el año, en cuanto a sus ganas de invertir. Ante la incertidumbre reinante estos se han movido en el terreno de la indecisión. Muchos mantendrán sus inversiones en espera de que pase el chaparrón (63% frente a 46% en 2021). Respecto a emprender nuevas inversiones o deshacerse de ellas en los próximos 14 meses, la balanza se inclina hacia lo segundo: 20,7%, mientras un 16,3% de los hogares encuestados piensan reservar dinero para hacer nuevas inversiones (cifra similar respecto al año anterior).

· En el apartado de inmuebles, con los precios del parque inmobiliario en algunas zonas ya similares a los alcanzados en la burbuja y con el alza del euríbor encareciendo las hipotecas, la confianza en esta inversión se ha visto mermada. Son ya más los inversores con ganas de vender que de comprar: un 19% frente a un 12,3% que piensa aumentar esta inversión (13% en 2021). Aún así, casi un 69% piensa mantenerlos (más que en 2021: 66,7 puntos).

· En el capítulo de las obligaciones, el ánimo también ha bailado al compás de los mercados. El alza de tipos hizo caer el precio de las obligaciones y sin ver el aumento de rendimiento a futuro que ello supone, trajo de la mano paradójicamente pesadumbre y menos ganas de invertir en renta fija cerrando 2022 en 96,2 puntos. Así, son más los que ya piensan vender que los que quieren incrementar la apuesta (15% frente a 10,3%). Eso sí, crece el número de los que piensan mantenerlas (74,7% frente 69,3% en 2021).

Este índice ha sido construido con una escala de 0 (máxima desconfianza) a 200 (confianza total). El punto medio da una idea de estabilidad y marca la diferencia entre estar dispuesto a aumentar las inversiones (más de 100) o pensar en reducirlas (menos de 100).

Precaución, amigo inversor

En 2022 la economía de los hogares estuvo bajo la presión del alza de los precios: alimentos, energía, hipotecas… La lista es muy amplia y a pesar de que el IPC bajó el ritmo en la recta final del año, el alivio para los hogares no termina de llegar. Ante este panorama y con la perspectiva de menor crecimiento económico por delante la confianza de los inversores anda tocada como dan muestra esos casi 73 puntos. Con los tipos en ascenso,...

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